28 de mayo de 2013

Facebook, la red ANTI-social

Se supone que nos mantiene en contacto y conectados con nuestros amigos y conocidos de una forma divertida y fácil.

Sin embargo no puedo dejar de notar cómo esta página, la cual es la más pública, la que contiene más información, la que monopoliza todas las demás, nos termina perjudicando, al igual que lo hace la televisión, que muchos de nosotros cambiamos por Facebook, como si fuera algo diferente...

Quizás no sea tu caso, pero éstas son algunas de las razones por las cuales yo no pienso volver a usar Facebook de la misma manera que antes.

1) Distorsiona y rompe la comunicación

Al estar "conectados" por Facebook, las relaciones se van deteriorando lentamente. Personas con las que solías encontrarte y chatear muy frecuentemente, ya no son más que letras y fotos en una pantalla. Si no sos cuidadoso, podes terminar perdiendo amistades sinceras por amistades de Facebook, ya que terminan basadas sólo en "me gusta" y algún que otro comentario en un estado, aunque estemos todos en el chat. A la vez, aunque una de las partes sea consciente de esto, puede que la otra no, y que crea que "está todo bien", porque son "amigos" en Facebook. Pero, ¿no parece imposible desactivar o cerrar tu cuenta sin perder contacto con mucha de la gente que aprecias pero con la que no te ves ni hablas cotidianamente? ¿No parece un suicidio virtual?

2) Limita tu conocimiento

Siempre que estamos en Facebook (¿cuándo no?), buscamos información DENTRO de él. No nos damos cuenta que lo que encontramos está, de alguna forma, filtrado. Tenemos toda la internet para buscar y también para divertirnos, pero si no lo encontramos en Facebook, nos terminamos olvidando mirando algún video tonto. Y si no encontramos nada para hacer en Facebook, nos aburrimos... aunque tengamos TODA la internet para recorrer. ¿Tenes idea de la CANTIDAD de información realmente IMPORTANTE te estás perdiendo?

3) Da la ilusión de que conoces a la otra persona

No importa si la conociste por Facebook o no, estas amistades mayormente virtuales producen una ilusión de que uno conoce a la otra persona, de que uno sabe por lo que el otro está pasando en su vida, y de que conociendo sus gustos, viendo sus fotos y viendo lo que escribe en un estado, saben lo que el otro piensa y siente, y qué clase de persona es. En conclusión, te comes un viaje que no es, porque TE LO CREES a partir de lo que ves en la página.

4) Inhibe la creatividad y te distrae de tus actividades

Facebook, dejame estudiar!- Mirame mirame!
La creatividad surge (al menos para mí) cuando uno está un poco solo y piensa, o se pone a crear algo de puro aburrimiento. Facebook mantiene nuestra atención en la página, bloqueando la llegada de ideas y su posterior desarrollo. Nos mantiene entretenidos de tal forma que la creatividad y las actividades que antes tanto disfrutábamos (y que quizás, podrían traernos beneficios y una mejor calidad de vida si nos tomáramos el tiempo de desarrollarlas), nos parecen demasiado esfuerzo o inclusive aburridas. ¿Cuántas veces estás a punto de hacer algo, y te perdes en él? Y cuando haces algo, ¿no pensas enseguida en compartirlo en Facebook, estés orgulloso de tu trabajo o no? ¿Y no afecta la opinión (o la indiferencia) de los demás lo que vos pensas sobre tus creaciones?

5) Superficialidad

Que algún día tu vida sea tan impresionante como haces que parezca en Facebook.
No por nada se llama "Facebook". Sos tu cara, sos tus fotos. Tu personalidad entera se juzga por ellas, te guste o no. Parece una guerra por ver quién tiene las fotos más artísticas, originales o graciosas, para ver quién es más interesante o atractivo. El más popular es el que más boludeces sin sentido pone, el más vivo es el que tiene más comentarios de chicas pero no contesta ninguno, y la más linda es la que más amigos tiene y más le quieren dar. Cosa lógica por cierto, ya que promueve la atracción solo a través de la imagen y las apariencias. Como si fuera poco, está volviendo promiscuas a algunas personas, dejando de lado los sentimientos y los deseos naturales y verdaderos de cualquier ser humano: dar y recibir amor. No me sorprende que ahora todos consigan y tengan sexo mucho más fácilmente, pero sean más infelices que nunca.

6) Sensación de estar desinformado

Todos entramos a Facebook para "ver qué pasa". Nos sentimos desinformados si no entramos, y experimentamos cierta ansiedad por "no saber qué pasa", cuando en realidad son pocas las cosas importantes que nos enteramos. ¿Será que es porque cuando nos vemos, ya no hablamos de lo que dieron en la televisión, sino de lo que dieron en Facebook? ¿Ya no tenemos nada de qué hablar si la conversación no surge a partir de él? Si es así, ya no nos afecta solamente dentro del mundo virtual, sino dentro de nuestra realidad persona a persona. Es la realidad plasmada a través de los ojos del monopolio Facebook.

7) Es la nueva televisión

Muchos de nosotros hemos dejado de ver la televisión, lo cual ya casi es "cosa de viejos", porque no pasan nada de mucha calidad excepto algunas series y películas, que generalmente elegimos mirar por internet.
Sin embargo todos entramos a Facebook y ESPERAMOS "que pase algo". Entramos "a ver qué hay", "a ver qué pusieron". En definitiva, entramos a "ver qué dan", tengamos que hacer algo en particular o no, queramos chatear con alguien o no. Y uno debe preguntarse, ¿el contenido de la mayoría de las cosas en Facebook, son interesantes?... Señores, lamento informarles que esto es la nueva caja boba. El refresh del Facebook, es el zapping de la nueva era.



8) Alimenta la contaminación mental

Conozco poca gente que realmente exprese las cosas que sienta, piense y que sean de valor para los demás. Ni siquiera puedo decir eso de mi misma. Las Noticias son simplemente puro ruido mental de gente que está ahí para llamar la atención y buscar la aprobación de los demás, quiera admitirlo o no, lo cual te provoca el deseo de hacer lo mismo. Ver las Noticias y leer todos esos nombres y todas esas cosas, nos produce más ruido mental que otra cosa, y con la mente ruidosa, no se puede escuchar al corazón, y sin usar el corazón, nos volvemos infelices. Quizás te suene a frase cursi de libro de autoayuda, pero los hombres más sabios siempre fueron los que se atrevieron - aunque sea por un momento- a estar en silencio y en soledad.

9) Produce comportamientos nocivos para la salud física y mental

Por ejemplo:

· Compararse continuamente con los demás.
· Obsesionarse con alguien.
· Tener un comportamiento compulsivo, adictivo.
· Ser superficial.
· Tener la sensación de que se puede controlar y manipular las relaciones y lo que los demás opinan de uno.
· Estar muchas horas sentado con mala postura.
· Estar muchas horas frente a la pantalla sin hacer nada productivo.
· Celos e inseguridad en las parejas
· Sedentarismo y procrastinación.
· Ansiedad

¿Sabías que los expertos ya están ayudando a la gente a salir de su adicción a Facebook? Millones de personas están borrando sus cuentas, y para los que no se atreven o no pueden, se han inventado extensiones para el navegador, como Facebook Nanny, para que luego de 15 segundos te recuerde que tenes mejores cosas que hacer.


10) Alimenta el ego y destruye el autoestima

Todos queremos sentirnos lindos, deseados, validados, interesantes, únicos, especiales. Sin embargo lo más probable es que debido a que te comparas, siempre va a haber alguien más copado que vos (¿te das cuenta que eso es en tu cabeza?), y por más que seas el más copado, el ego siempre pide más para sobrevivir... lo cual nunca te deja ser feliz. Si tu vida te parece una mierda, si te sentís feo, tonto o cualquier otra cosa negativa, cuidado: Hay una posibilidad de que usar Facebook esté reforzando diaramente tus problemas de falta de autoestima, sin que te des cuenta.

11) Nos vuelve anti-sociales

Tiene que ver con los ambientes en donde uno se mueve, pero se puede ver muy fácilmente en toda la sociedad argentina, que cada vez somos más anti-sociales y cada vez nos cuesta más acercarnos a un desconocido y decirle "hola", o invitar a salir a alguien, o simplemente ponerse a conversar con gente con la que no conversas seguido. No sabemos qué decir, porque nos acostumbramos a simplemente "estar", y a reprimirnos de decir HONESTAMENTE lo que sentimos, y por lo tanto, a ser quienes realmente somos. También es una cuestión de comodidad, es más fácil (aunque no más divertido) comentar o chatear con un amigo que quizás vive cerca, que de hecho concretar una cita y verse en persona.

12) Viola la privacidad, la seguridad, el anonimato, y lo hacemos por voluntad propia

¿Hace falta explicarlo? Lo dijo la CIA: Facebook es su base de datos soñada. No sólo eso. Parte de los dueños de la CIA, son dueños de Facebook. Cualquier cosa que pongas en él puede ser usada en tu contra, y cualquiera puede acceder a él. La privacidad no existe desde que empezamos a usar Internet, pero nunca habíamos facilitado tanta información personal en un solo lugar. Además de ser una más de las asquerosas fuentes de dinero de las corporaciones y un arma de manipulación y control masiva, es información, y la información es poder.


No se engañen, el apocalipsis zombie ya llegó, al menos en Argentina: 
Ya prácticamente SOMOS zombies; pero no nos mordió nadie, 
simplemente nos “CONECTAMOS”.





[Gracias a mi amigo Pome por esta co-creación.
Ahora a hacerme cargo.]




14 de mayo de 2013

La leyenda del amor escondido



Cuenta la leyenda que en un planeta no muy lejano, el amor era tan poderoso que lograba condensar las más hermosas obras de arte en seres hechos de luz. Cada ser estaba compuesto de infinitas partículas de todo y de nada, que vibraban en el espacio y jugaban libremente con el mundo que los rodeaba.

Pero un día, el amor quiso jugar a esconderse como el sol se esconde por unos instantes detrás de las nubes. Y los seres, asustados y decepcionados por el abandono, pensaron que el amor dolía y debían protegerse de él por si algún día volvía. Así, cada uno confeccionó su propio traje dentro del cual decidió vivir el resto de su vida. Y aunque el Universo siguiera llamándolos a jugar, crear y recrearse, los seres desconfiaron de sus señales y se volvieron cada vez más distantes.

Al bloquear los llamados de su naturaleza, no pasó mucho tiempo hasta que creyeron ser sus propios trajes. Los adornaban. Los moldeaban, les ponían nombres, etiquetas, pensamientos, experiencias, historias, y sobre todo, los llenaban de cicatrices que no sanaban. Empezaron a juzgarse por lo que veían, olvidándose de que vivían dentro de una gigante bola de espejos, y que el paisaje dependía de ellos. Los trajes llegaron a cobrar tanta vida que controlaban lo que decían, dictaban sus acciones y ocultaban lo que sentían.

Lo que ellos no sabían era que los trajes no eran impermeables, en realidad no estaban protegiéndose de nada; y aunque todos aparentaran ser distintos, solo hacía falta conocer lo que había dentro de uno de ellos para entender que en realidad, no había nada que los diferenciara. 

Fueron aquellos que estaban perdidamente enamorados los primeros que finalmente se agotaron de cargar con estas pesadas y complicadas identidades, y comenzaron a buscar qué era lo que se escondía detrás. Se arriesgaron a que no hubiera amor, ya que de todas formas hacía rato que no lo veían, y decidieron confiar en lo único que se veía a través de los disfraces: en los espejos del alma. Esa pequeñísima chispa de luz que llegaban a ver en las pupilas de sus amados cuando los miraban. Después de todo, ya sabían que el resto de las cosas eran puras mentiras, y que estar libres y tal vez lastimados, no era tan malo como estar esclavizados y reprimidos. ¿Qué más había que perder?

Entonces, según dicen, cuando los seres se fijaron únicamente en las pequeñas chispas, instantáneamente se encontraron y se rieron. Se dieron cuenta que se habían estado protegiendo de aquello de lo cual estaban hechos. Comprendieron de qué se había tratado todo esto, y el Universo les dio la bienvenida nuevamente, contento.


El amor jamás se había ido, sólo estaba escondido adentro.