Eso es lo que me hace sentir. De repente esa mujer que supuestamente soy se vuelve cada vez más pequeña y vuelve la adolescente, la niña que fui, insegura, tímida, mirando de lejos, escondiéndose, sintiéndose "la fea" al lado de la amiga "linda", la rechazada, la segunda, la estúpida. ¿Y si al final nunca la dejé atrás? ¿Y si nunca crecí, solamente me hice la grande por un tiempo? ¿Y si toda esta seguridad, esta personalidad, la experiencia, no lograron consolar los años de mierda que soporté en el pasado?
La nena sigue ahí, nunca se fue, nunca creció, solamente se escondió un rato...y renació ahora...no en una forma angelical e inocente...en una forma que me da miedo, que prefiero que siga en la oscuridad, le tengo miedo como a una criatura desconocida que puede lastimarme...y me siento una nena yo también. Desprotegida, sola en un mundo de adultos que saben lo que quieren, saben lo que hacen, no me prestan atención. No saben que duele. La nena que fui, renacida o quizás olvidada por muchos años está furiosa conmigo. Está furiosa porque pensó que había crecido. Pero ve que no. Me reclama, porque quiere creer en un futuro mejor. No sabe que todo es cíclico, la historia se repite una y otra vez...y todos los problemas que ella no pudo resolver en algún momento vienen a atormentarme de nuevo.
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