No sé si todos se aman, o yo me odio demasiado.
Pienso que cambié tanto que igual no podría ni querría volver a "ponerme en vidriera" a ver si alguien quiere comprar. La soledad es difícil, pero no me haría perder nunca tanta dignidad como buscar la aprobación de otros a través de mi cuerpo posado, maquillado, modificado.
El mundo está enfermo pero de alguna manera se las ingenia para hacerme creer que yo estoy peor. De todas formas, sigo prefiriendo desaparecer para aquellos que no quieren verme.
1 comentario:
Es muy digna la soledad, más en esta época donde todos buscamos la aprobación de extraños en las redes sociales.
Saludos
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