9 de noviembre de 2017

Excusas

Tengo excusas para no hacer las cosas que no quiero hacer, hasta que tengo que hacerlas. Pero también tengo excusas para no hacer las cosas -que pienso que- quiero hacer. "Excusas", así llama mi terapeuta a todas las cosas que en mi mente, suenan completamente lógicas y razonables. Esto no me gusta, esto no me interesa lo suficiente, esto me irrita, esto me da fobia, esto no me parece viable, ahora no es el momento, me cuesta demasiado, no sé por dónde empezar, lleva muchísimo tiempo.

¿Por qué tengo excusas para todo? ¿Por qué?
Porque tengo miedo.

Tengo miedo a absolutamente TODO. Inclusive a... (ay) cumplir mis sueños.
¿Será que tengo miedo de que pierdan la gracia? ¿Porque cuando cumplí algunos de ellos, no fueron lo que esperaba? ¿Será que todas las cosas que me dan miedo, no son más que el miedo a la decepción, al desencanto? Más que el desencanto de lo externo, el desencanto interno. Me refiero a darme cuenta - mejor dicho, comprobar- que esa versión de mí, no existe. Que sigo siendo esta misma alma perdida, este mismo cuerpo nervioso, esta misma mente catastrófica, este mismo ser que no encuentra su lugar ni su misión ni satisfacción en el mundo y no encuentra la motivación ni la determinación para encontrarlos.

¿Y qué me queda después del desencanto?
Buscar alguna otra ilusión, para después bajarla a la realidad, verla como es y no como esperaba que fuera, y luchar por encontrar esa fina línea -ese camino del medio- entre el ideal y la realidad, que me permita desear quedarme en lugar de huír.
Esto es agotador.


Wake in a sweat again
Another day's been laid to waste
In my disgrace
Stuck in my head again
Feels like I'll never leave this place
There's no escape

I'm my own worst enemy

I've given up
I'm sick of feeling
Is there nothing you can say?
Take this all away
I'm suffocating
Tell me what the fuck is wrong with me?

I don't know what to take
Thought I was focused but I'm scared
I'm not prepared
I hyperventilate
Looking for help somehow somewhere
And no one cares

I'm my own worst enemy

I've given up
I'm sick of feeling
Is there nothing you can say?
Take this all away
I'm suffocating
Tell me what the fuck is wrong with me?

God!

Put me out of my misery
Put me out of my misery
Put me out of my—
Put me out of my fucking misery





29 de octubre de 2017

Habitando pesadillas (sin descanso)

En el top 3 de decisiones más idiotas de mi vida, seguro está la decisión de mudarme a donde hoy habito. El sueño de vivir sola, de tener mi espacio, mi "hogar", no dejó de ser nunca un sueño.

Se podría decir que odio estar acá al menos hasta las 6 de la tarde cuando se van los obreros, y en todos los otros momentos en los que los ruidos no me dejan ni pensar. Osea, siempre. Los ruidos no paran. Con muchísima suerte, de 1 a 6 de la mañana podes dormir. A las 7 de la mañana la gente empieza a salir con los autos, y el portón automático se cierra con unos golpes tan fuertes, que  todavía me hacen pegar un salto. Enseguida, los obreros empiezan con lo suyo. Conviví con martillazos y taladros directamente sobre mi pared, durante OCHO meses. Todavía no sé cómo sigo sin volverme loca del todo y terminar en cana. A veces mi vecina de arriba, amanece a las 6 y pico, y la llamo "Godzi" (por Godzilla, porque cada vez que da un paso, se entera media manzana). Osea que a veces, ni siquiera hasta las 7 se puede dormir. También le gusta correr muebles, dar portazos e invitar gente a todas horas del día y de la noche, invitados de esos que gritan TODO el tiempo, y que gustan tanto como de su anfitriona de correr muebles, dar pasos a lo Godzilla y gritar a lo minita puber idiota. Eso sólo me deja el bache entre las 6 de la tarde cuando termino de trabajar, y las 11, que es cuando más o menos cuando llega Godzi. Pero no. Ahí está cubriendo el viejo de al lado, que pone siempre la misma playlist de canciones horribles como "Ella dijo" de Los Tipitos, "Libre" de Nino Bravo, "Los Dinosaurios van a desaparecer" de Charly García, "Rasguña las piedras" de Sui Generis, una cantidad asquerosa de temas de Las Pelotas, Los Piojos, Serrat y otras cosas sumamente deprimentes. Siempre la misma, en el mismo orden, 6:30 pm clavado. A la vez, los nenes de abajo se encargan de pegar pelotazos y gritar en el patio (que da a mi pieza). De mientras, el portón, la gente entra y sale, los vecinos se ponen a charlar en el patio, sacan a los perros, los perros ladran. Todo eso sólo los días de semana, eh. Los fines de semana está la variante de que quizás tengas suerte de que no vengan los albañiles, pero al de abajo le pinte ponerse a cortar el pasto o algo por el estilo. Y cuando se levanta él, se levantan los demás, le ceban el mate y se ponen a charlar. Y sacan a los perros, y los perros ladran. Los nenes se levantan, juegan a la pelota. El de al lado pone su playlist pedorra, entre las 9:30 y las 10:30. Uno pensaría que a la hora de la siesta, un sábado o domingo, está todo tranquilo, pero no. Esta gente definitivamente NO DUERME.
Sabés por qué me mudé acá? Porque estoy cerca de lo de mi novio. Porque el departamento es más hermoso de lo que me podía imaginar. Porque no quería irme del barrio. Porque donde vivía antes, había una vieja hija de re mil puta maleducada y forra al lado, y aunque sí podía dormir bastante bien, el lugar era de terror. Había un olor a podrido que venía de la cloaca, a veces no se iba durante días enteros. Las paredes revestidas de madera, se caían a pedazos, mi casa estaba llena de tierra y polvo siempre, sin importar cuánto limpiara. Todo se rompía. Había un rincón al que le llamaba el "respawn", porque matabas una cucaracha y los segundos salía otra del mismo lugar. El lugar era simplemente horrible. Las cucarachas no eran los únicos bichos que había, y yo tengo aracnofobia... comprobé que enfrentar los miedos no cura UN CARAJO la fobia. Fue una pesadilla distinta, pero tan pesadilla como ésta. Ingenuo mi yo del pasado que pensó que esta vez, hacía las cosas bien.
No voy a entrar en detalles de mis hogares anteriores... se pueden dar una idea de lo mal que la paso.

Viste esas pesadillas de las que no podes salir? Cuando soñas que te despertás en tu habitación oscura, y sentís algo maligno mirándote, y querés prender la luz, pero no prende? Y de golpe te despertas de nuevo, para darte cuenta de que le das a la tecla y no se prende la luz, NO SE PRENDE LA LUZ!! Y esa cosa sigue ahí y te va a hacer algo. Y te desesperas más y más y más hasta que logras despertarte y prender la puta luz. Ves tu habitación y tenes el corazón que se te sale del pecho, sudor en la frente y esa sensación horrible de que la cosa esa de mierda que no sabes qué es, pero que es mala, está ahí, esperando. Y sin embargo, viste lo que haces? Vas al baño, prendes todas las luces, te convences de que no hay nada ahí, de que ya pasó y tratas de volver a dormir. Tenes miedo de que vuelva a pasar, pero preferís dormir.
Porque la realidad, la realidad es peor. 
.

At least my deathwish will come true.




14 de agosto de 2017

Distimia

Sentía tranquilidad... y curiosidad.
Salía del cuarto donde me alojaba para ver qué hacían los demás. Me acuerdo que tenía shorts y no hacía frío ni calor. Estaba poniéndose el sol, haciendo chispas sobre las hojas de los árboles. La gente charlaba relajadamente sentada sobre el pasto a la orilla del río. Habían vagones de trenes parados alrededor nuestro. No era un lugar lujoso, pero se sentía bien. La corriente del río era fuerte, pero extrañamente se dividía en dos direcciones. "El río tiene dos corrientes", me dije. "Es peligroso, a menos que sepas lo que estás haciendo, porque te arrastra". Veo a un amigo meterse, y caminar sobre el agua, que a pesar de todo no era tan profunda, y desaparece. Él sabe lo que hace, él va por su camino. Yo me contento con estar en la orilla, y hablar si quiero hablar, y callarme si quiero callarme. No me meto al río.

Me despierto.
La sensación del sueño se queda conmigo un rato, y al pensarlo, es bastante extraño, pero fue el más agradable que tuve en mucho tiempo. Me llevo el té a la cama, me pongo a leer. Mi gata se acurruca conmigo y empieza a ronronear. Afuera llueve fuerte, y ese es el único sonido que escucho. Es el mejor momento que tengo en mucho tiempo. Ese sueño y este momento, son el pico de felicidad en toda mi semana.
Darme cuenta de eso me hace romper en llanto.
No recuerdo qué es divertirme. Son tan pocos los momentos que quedan, y se están acortando tanto... 
Dejo el libro, me levanto a limpiar. Está todo sucio y desordenado. Mi gata, antes reconfortante, se convierte en una terrible carga que a veces me arrepiento de haber asumido. No para de maullar aunque le di comida, mimos, le abrí la puerta, intenté jugarle... hago todo lo que quiere y nunca es suficiente. Alejé a todo el mundo, pero ella vive conmigo, con ella no puedo. Me hostiga. No me deja estar en el único lugar que -por un tiempo-, es mío.
No quiero ver a nadie.
Quiero estar sola, más sola.
Lejos.
Necesito irme.
Me visto. No me gusta mi ropa, no me gusta mi pelo, no puedo arreglar mi cara ni con todo ese maquillaje. 
No importa cuánto lo intente, siempre me siento un payaso triste.
Me resigno.
La lluvia paró. Trazo un plan para hacer aunque sea una cosa de todas las que tengo que hacer, aunque lo único que quería era caminar sin rumbo.
Me voy. 
Voy a buscar las entradas para el recital. Las saco del sobre para ver si siento algo al verlas, algún vestigio de esa emoción tremenda que sentía antes, que me llenaba los ojos de lágrimas de sólo pensar lo que significaba tenerlas en mis manos.
Nada.
Busco algo, pero no hay nada emocionante.
Esta ciudad fue siempre igual.
Doy vueltas y vueltas pero ya conozco todas las calles.
Hace muy poco tiempo que me alcanza para comprarme algo de ropa -más por necesidad que por gusto-. Pero eso tampoco me entusiasma.
Camino hasta que no me dan más los pies, pero no quiero volver.
Vuelvo.
No soporto más la gente ni el ruido. El colectivo tarda una eternidad en venir, y la gente me mira como si tuviera la cara desfigurada. Espero no cruzarme ni al vecino.
Me duele todo el cuerpo, espero que haya sido suficiente para mandar a la angustia a dormir. 
No tengo más que una sopa para cenar, pero prefiero eso antes que ir a comprar o cocinar.
Llego a casa.
Aprovecho que sigo vestida para sacar la basura de hace dos días, quizás ahora me encierre dos días más. 
Suspiro aliviada al cerrar la puerta. No me crucé a nadie. No tuve que fingir una sonrisa más.
Mi gata maúlla de nuevo.
Tengo mensajes en el celular.
Me sirvo un fernet.
Lloro.

Lie with me
But I can't see
Is it fake? 
Is it real?


17 de julio de 2017

Para el que me dejó sin palabras

Sos la única persona a la que decidí presentarme sin antes pasar horas arreglándome el pelo o  cada defecto de la cara para gustarte. Sos el único hombre con el cual pude sentirme cómoda a los treinta segundos de verte y el único con el que pude ser yo misma desde el primer día. Nunca conocí a nadie tan transparente, frontal y sobre todo, seguro de lo que sentía, de lo que quería a pesar de ser consciente de lo vulnerable que eso lo hacía. Llegaste cuando yo aprendí a tener una pizca de eso que tenés vos. De las cosas como son. De si te gusta bien, y si no, no. Cuando reaprendí el valor de la honestidad, de arriesgarse, y de no perder tiempo en lo que no lo merece.
Nunca me imaginé que podías entenderme por lo diferentes que somos, y sin embargo, nunca tuve que darte explicaciones, porque te calentas en CONOCERME, desde la punta del pelo hasta esa oscuridad profunda en la que suelo habitar… y "a las personas las aceptas como son, o no las aceptas", como decís vos. Y cargas con todo lo que soy y todo lo que hago, y perdonas todo aquello que me falta. Me das todo lo que tenes y me empujas y me acompañas para ser y estar mejor. Nunca supe que fuera posible que alguien me quisiera así. 


Desde que te conocí ya no escribo tanto... y es que es la primera vez que alguien me dejó sin palabras.

Feliz 3° aniversario. ♥

19 de abril de 2017

Yo opto por la Nolfie

No sé si todos se aman, o yo me odio demasiado.
Pienso que cambié tanto que igual no podría ni querría volver a "ponerme en vidriera" a ver si alguien quiere comprar. La soledad es difícil, pero no me haría perder nunca tanta dignidad como buscar la aprobación de otros a través de mi cuerpo posado, maquillado, modificado.
El mundo está enfermo pero de alguna manera se las ingenia para hacerme creer que yo estoy peor. De todas formas, sigo prefiriendo desaparecer para aquellos que no quieren verme.