Fase 1: La ceguera
Mientras sus amigas le dicen que él no es bueno para ella- totalmente obvio desde un punto de vista objetivo- ella sigue adorándolo como si fuera superior a Brad Pitt, Gandhi y Steven Tyler juntos. Nadie en el mundo se compara a él, se siente agradecida de al menos haberlo conocido. Se la pasa mirando sus fotos apreciando cada centímetro de su hermoso cuerpo. Mientras viaja en el colectivo escuchando las canciones de amor más empalagosas de los 80 y simula estar mirando por la ventanilla en realidad está pensando en él (y no le sale bien disimular, porque tiene una tremenda sonrisa estúpida pintada en la cara)…Puede pasarle un tren por encima que no se dará cuenta porque el dolor que le produzca será diminuto comparado a la sensación de felicidad que tendrá. Va flotando por la vida como si estuviera drogada las 24 horas. Cuando lo ve se pone nerviosa, intenta ser lo más perfecta posible para él, se preocupa por hacerlo sentir bien, darle todos los gustos, amarlo como nadie. Básicamente se convierte en un perrito bien entrenado que está dispuesto a hacer cualquier truco que el amo desee, mientras éste le dé su cuota de cariño. Estúpida al cubo.
Fase 2: La miseria
Cuando las cosas van mal, la sensación es de desgracia, y absolutamente todo puede afectarla. Ahora no va flotando, va arrastrándose. Mientras cruza la calle sin mirar ya -porque si la pisa un auto es lo mejor que le puede pasar-, va pensando en lo miserable que va a ser sin él, la fulana con la que seguramente la está engañando (que es la más hermosa Diosa mística con poderes mágicos que puede darle el mejor sexo que tuvo en su vida haciéndote sentir absolutamente insignificante), los buenos momentos que vivieron y que nunca van a repetirse, “por qué tuvo que pasarme esto a mí, ojalá nunca lo hubiera conocido, etc, etc…” Mira sus fotos llorando con música triste de fondo (para llorar mejor), pensando que nunca más va a poder besarlo. Su autoestima decae hasta llegar a Japón. No quiere olvidarlo, su mente se ocupa de crear fantasías de reconciliación (otra vez bajo la lluvia, él corriendo tras ella, rogándole que lo perdone por no acordarse del aniversario) o directamente pierden su orgullo y van corriendo a menearle la cola esperando unas palmaditas en la cabeza. Se niega a dejarlo ir, pero le atormentan las imágenes de él y sus mil mujeres…además de la Diosa mística, claro. Estúpida al cuadrado.
Fase 3: El odio
La depresión se convierte en bronca. Se siente una asesina serial caminando de a zancadas con el cejo fruncido de odio, escuchando rock violento de despecho. Dice no querer verlo más, pero le encantaría poder vengarse: “voy a adelgazar, me voy a comprar ropa, me va a ver más hermosa que nunca y voy a estar con un hombre mucho mejor que él” (algunas inclusive lo logran, para darse cuenta después que a él no le importaba en lo más mínimo su plan diabólico). Ya no les importa más nada del mundo: “todo es una porquería, el amor no existe, nacimos y moriremos solos, mejor estar sola que mal acompañada, la vida no tiene sentido, de ahora en más no voy a dejar que nadie más me haga sufrir, yo los haré sufrir a ellos, los cuentos de hadas no existen ,etc , etc , etc”. Piensa en todas las estupideces que pensó antes y se quiere pegar un tiro. O mejor, pegarle un tiro a él por alimentar sus fantasías. Se pone a usar a todos los hombres que se cruzan en su camino, o los odia a todos.Estúpida.
Fase 4: El vacío
Acepta que se terminó, no quiere pensar más en él. No hay fantasías de nada. Se da cuenta que toda su vida se desmoronó; desaprobó los exámenes, se convirtió en una persona malhumorada y depresiva, se asquea de lo mucho que torturó a sus amigos hablándoles de él, se siente usada, humillada, la mujer más estúpida del mundo. Reconoce los errores (pero no necesariamente va a aprender de ellos). De repente cae en la realidad; él no le llega ni a los talones a nadie. Su novia es una mujer común y corriente que vaya uno a saber qué le vió. Él ya se dará cuenta de lo que se perdió. Ella se merece algo mejor.
(Estúpida conciente).
Mientras sus amigas le dicen que él no es bueno para ella- totalmente obvio desde un punto de vista objetivo- ella sigue adorándolo como si fuera superior a Brad Pitt, Gandhi y Steven Tyler juntos. Nadie en el mundo se compara a él, se siente agradecida de al menos haberlo conocido. Se la pasa mirando sus fotos apreciando cada centímetro de su hermoso cuerpo. Mientras viaja en el colectivo escuchando las canciones de amor más empalagosas de los 80 y simula estar mirando por la ventanilla en realidad está pensando en él (y no le sale bien disimular, porque tiene una tremenda sonrisa estúpida pintada en la cara)…Puede pasarle un tren por encima que no se dará cuenta porque el dolor que le produzca será diminuto comparado a la sensación de felicidad que tendrá. Va flotando por la vida como si estuviera drogada las 24 horas. Cuando lo ve se pone nerviosa, intenta ser lo más perfecta posible para él, se preocupa por hacerlo sentir bien, darle todos los gustos, amarlo como nadie. Básicamente se convierte en un perrito bien entrenado que está dispuesto a hacer cualquier truco que el amo desee, mientras éste le dé su cuota de cariño. Estúpida al cubo.
Fase 2: La miseria
Cuando las cosas van mal, la sensación es de desgracia, y absolutamente todo puede afectarla. Ahora no va flotando, va arrastrándose. Mientras cruza la calle sin mirar ya -porque si la pisa un auto es lo mejor que le puede pasar-, va pensando en lo miserable que va a ser sin él, la fulana con la que seguramente la está engañando (que es la más hermosa Diosa mística con poderes mágicos que puede darle el mejor sexo que tuvo en su vida haciéndote sentir absolutamente insignificante), los buenos momentos que vivieron y que nunca van a repetirse, “por qué tuvo que pasarme esto a mí, ojalá nunca lo hubiera conocido, etc, etc…” Mira sus fotos llorando con música triste de fondo (para llorar mejor), pensando que nunca más va a poder besarlo. Su autoestima decae hasta llegar a Japón. No quiere olvidarlo, su mente se ocupa de crear fantasías de reconciliación (otra vez bajo la lluvia, él corriendo tras ella, rogándole que lo perdone por no acordarse del aniversario) o directamente pierden su orgullo y van corriendo a menearle la cola esperando unas palmaditas en la cabeza. Se niega a dejarlo ir, pero le atormentan las imágenes de él y sus mil mujeres…además de la Diosa mística, claro. Estúpida al cuadrado.
Fase 3: El odio
La depresión se convierte en bronca. Se siente una asesina serial caminando de a zancadas con el cejo fruncido de odio, escuchando rock violento de despecho. Dice no querer verlo más, pero le encantaría poder vengarse: “voy a adelgazar, me voy a comprar ropa, me va a ver más hermosa que nunca y voy a estar con un hombre mucho mejor que él” (algunas inclusive lo logran, para darse cuenta después que a él no le importaba en lo más mínimo su plan diabólico). Ya no les importa más nada del mundo: “todo es una porquería, el amor no existe, nacimos y moriremos solos, mejor estar sola que mal acompañada, la vida no tiene sentido, de ahora en más no voy a dejar que nadie más me haga sufrir, yo los haré sufrir a ellos, los cuentos de hadas no existen ,etc , etc , etc”. Piensa en todas las estupideces que pensó antes y se quiere pegar un tiro. O mejor, pegarle un tiro a él por alimentar sus fantasías. Se pone a usar a todos los hombres que se cruzan en su camino, o los odia a todos.Estúpida.
Fase 4: El vacío
Acepta que se terminó, no quiere pensar más en él. No hay fantasías de nada. Se da cuenta que toda su vida se desmoronó; desaprobó los exámenes, se convirtió en una persona malhumorada y depresiva, se asquea de lo mucho que torturó a sus amigos hablándoles de él, se siente usada, humillada, la mujer más estúpida del mundo. Reconoce los errores (pero no necesariamente va a aprender de ellos). De repente cae en la realidad; él no le llega ni a los talones a nadie. Su novia es una mujer común y corriente que vaya uno a saber qué le vió. Él ya se dará cuenta de lo que se perdió. Ella se merece algo mejor.
(Estúpida conciente).
3 comentarios:
De repente cae en la realidad; él no le llega ni a los talones a nadie.
creo que acá recide el quid de la cuestión. hay otras personas y seguramente valen mucho más que él. es solo cuestión de encontrarlos.
saludos!
Nena.. te odio!!! XD
Yo siempre paso de la fase 1 a la 4, sin las intermedias (como mucho la dos, pero es raro).
Me hiciste acordar a mi misma hace un año atras U.U
BTW soy Yezz
Me gusto muxo, aunq debo aceptar que pase x todo esto y me rei un poco al ver las tonterias que sentia... todo x alguien q no valia la pena... Solo les falto la fase 5... "la solteria" un refresh que nos hace sentirnos mejor y seguir nuestra vida perdida x ese ser inaceptable de nuevo...
Saludos...
Rbk
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