Paso 1:
Nunca deje de ser quien usted es. Si ella está hecha para usted, lo querrá tal cual es.
Paso 2:
Deje de lado las groserías. No expulse gases, no se rasque la panza, báñese, perfúmese, lávese los dientes. La mujer quiere un hombre limpio y educado (al menos en su presencia). No actúe como un pajero, no mire otros culos y tetas delante de ella. No hace falta que reprima las puteadas, o que intente ser algo que no es, siempre y cuando no se torne desagradable.
how you doin'?
Paso 3:
Mírela como si fuera su comida favorita, con ganas. Algunos hombres que han dominado el arte de esta mirada, lo llaman “ojos entrecerrados” o en inglés “dreamy eyes”. Para lograr este efecto, entrecierre los ojos levemente, o simplemente fume faso. De vez en cuando, abrácela, busque alguna excusa para el contacto físico. Utilice el humor, su mejor arma, para ver qué onda. Esto generará “tensión sexual” y enviará algunos poderosos mensajes subliminales a la mujer: A) que usted tiene ganas de hacerla gozar. B) que usted le genera fantasías nocturnas, lo cual la hace sentirse un poco como Megan Fox. C) que usted no tiene intenciones de convertirse en su amigo. D) hace que la mujer lo considere como una posible pareja sexual.
Paso 4:
Una vez establecida la “tensión sexual” (lo cual notará en la actitud de la mujer, por ejemplo en un poco de nerviosismo, timidez, o cierta histeria), muéstrese maricón. Sí, maricón. Cuente lo que no le contaría a nadie: cómo le gustaría tener a alguien para hacer cucharita en las noches, o llevarle el desayuno a la mañana. Exprese que usted, a pesar de su testosterona, es un ser sensible, que le gusta alguna canción romanticona, quedarse un sábado a la noche a mirar películas en la cama y que le hagan caricias en el pelo. Esto generará ternura en la mujer, y le enviará otros dos importantes mensajes: A) que con usted no puede andar boludeando, porque ha expresado claramente que eso es lo que pretende de ella, y que podría lastimarlo si sólo lo usa para eso. B) lo más importante, que usted sería una buena pareja.
Paso 5:
Si la respuesta de la mujer es positiva (puede constatarlo con sus actitudes, o si es muy lelo, preguntarle a alguna amiga), no tenga miedo de acercarse cada vez más. No espere demasiado tiempo, ya que si usted no intenta hacer una movida, la mujer puede llegar a olvidar la tensión sexual y ponerlo en una cajita con el rótulo de “amistad”, en la cual quedará atrapado hasta el fin de los tiempos. Intente crear situaciones en donde ambos queden solos y cerca. Son favorables los sofás, los autos, lugares oscuros y la presencia del alcohol u otras sustancias deshinibidoras.
Paso 6:
Pasado el primer beso, (en el que usted deberá tomarla del mentón de esta forma, con esta mirada de mezcla de macho cabrío con príncipe azul, que la hará humedecer la bombacha), hágale saber a la mujer que esperará lo necesario para tener sexo, porque lo que usted quiere va más allá de eso. Con esto, logra que la mujer le tenga más ganas que usted a un sánguche de milanesa.
Paso 7:
Luego saque a relucir su ternura más que nunca -antes y después de verla- y su capacidad de generar tensión sexual cuando se encuentra con ella. Hágala sentir deseada y querida a la vez. Esto hace que las hormonas de la mujer se descontrolen y que además sepa que usted la quiere, dándole la seguridad de que cuando entregue, usted no se va a aburrir de ella.
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