28 de noviembre de 2011

5 cosas que nos cagan la vida

Hay cosas que no podemos controlar, pero también hay cosas con las que nos cagamos la vida, que YA en este momento, podríamos empezar a cambiar, reflexionando un poco...

Cosa que te caga la vida N°1: No saber quién sos y que no te importe. Es triste, pero la mayoría de las personas van caminando por ahí en automático, porque no conocen otra cosa, porque no saben quienes son, de donde vienen y a donde van. Y tratan de no pensar en eso, porque bueno, nadie sabe de dónde venimos ni a dónde vamos (o eso creen). Me hace pensar en el jueguito de Super Mario, en donde podías hacer el recorrido común, o descubrir alguna plantita loca que te llevaba a las nubes donde no había bichos que te mataran y te llenabas de moneditas. La única diferencia entre el jugador que no descubría esos trucos y el que sí, es que uno era curioso y el otro no.

Cosa que te caga la vida N°2: La búsqueda y/o espera del alma gemela. Yo soy romántica, me gusta creer esta cosa del alma gemela, y que hay una persona perfecta para cada uno y bla bla bla... pero la verdad es que somos 7 mil millones de personas en este planeta. ¿No es lógico que puedas encontrar miles de personas que tengan las características que te gustan? Además, el concepto de alma gemela es engañoso, porque nos hace pensar que somos "mitades" buscando la otra mitad que nos falta; y ¿de dónde salió eso? Si solos nacemos y solos morimos, y en realidad todos venimos del mismo lugar... todos estamos completos. Somos gotas del mismo océano, aunque sea difícil verlo. La única unión que importa realmente es la de todos.

Cosa que te caga la vida N°3: Depender de los demás. No hablo de dependencia económica necesariamente, aunque es aplicable. Depender del otro de cualquier forma; de sus conductas, de las cosas que dicen, de las cosas que hacen, de sus opiniones, de sus creencias... la constante búsqueda de aprobación de otros. Y lo que nos hace sentir mal no son las cosas que nos dicen o hacen, sino que nosotros tomamos esas cosas como una verdad, en vez de verlas como una simple percepción.¿Por qué no creer lo que uno quiere creer y ser lo que uno quiere ser, y dejar que el otro haga lo mismo?

Cosa que te caga la vida N°4: Creer que no te mereces todo lo que queres. "Cada uno tiene lo que se merece". Yo lo cambiaría por "cada uno tiene lo que cree que merece". El Universo no puede contradecirte: El guión se escribe a partir de tus creencias.

Cosa que te caga la vida N°5: Preocuparse por el futuro. Es una conducta aprendida, es decir, nuestros padres, que aprendieron de nuestros abuelos, nos preocupan por el futuro. Desde chiquitos nos preguntan "¿qué querés ser cuando seas grande?".Automáticamente se nos instala la preocupación de saber qué es lo que queremos, cuando en realidad lo preocupante no es cual es tu pasión, sino con qué te vas a mantener económicamente; que aunque parezca imposible, hay gente que logra combinar ambas cosas.

De todas formas, pensamos que
preocupándonos más, haciendo más cosas que no nos gustan, rompiéndonos más el culo, algún día vamos a poder estar estables para así dedicarnos a nuestras pasiones. Círculo vicioso. Es más difícil hacerlo que decirlo, pero yo diría, enfocate en tus pasiones AHORA, y no vas a tener de qué preocuparte después. "No puedes tener un final feliz para un viaje infeliz".

Un perdedor feliz siempre termina ganando.

1 de noviembre de 2011

Carta al que no quiere ver II

Mi estimadísimo señor,


Me dirijo a usted nuevamente porque mi carta anterior ha quedado desactualizada. Verá, yo quería que usted comprendiera mi valor antes de que yo misma lo reconociera. Es como tratar de explicar cómo es una manzana sin haber visto, tocado, olido o saboreado una antes. Y eso nunca funciona, como bien sabrá.

Quiero dedicarle estas líneas para expresarle mi absoluto y completo aprecio por su desprecio. Sí, así como lo lee. Es que he llegado a comprender que el mundo es un espejo de mis pensamientos y mis sentimientos, que tan ocultos pensé que llevaba. Usted ha sido un reflejo de mi. Usted, con su desprecio, con su desvalorización hacia mi persona, me ha hecho comprender que todas esas cosas habían estado en mi primero. Si bien me he aprendido a querer un poco más que hace un tiempo, todavía no había logrado comprender mi verdadero y absoluto valor. En la búsqueda de ese valor que yo siempre supe tener, he encontrado -y sigo encontrando- infinidad de razones por las cuales adoro mi ser, mi personalidad, mi corazón, mi cuerpo y mi mente. Y sé que ahora estoy empezando a reflejar mi aprecio más que mi desprecio.

También quiero agradecerle desde el fondo de mi alma por hacerme sentir tan vacía a pesar de su presencia. Es que a causa de esto, he aprendido que hay un vacío que nadie más que yo misma puedo llenar. He aprendido que mi felicidad solo debería depender de mi misma, y no de las conductas, presencias o ausencias de los demás. Me hizo desear por primera vez y de una vez por todas, dejar de esperar cual Bella Durmiente que alguien me salve, y convertirme en mi propia heroína.

Como si fuera poco todo lo que debo agradecerle, debo expresarle además, que su partida es lo mejor que pudo haberme pasado. Me sorprendí al descubrir mi enorme fuerza y sabiduría. ¡Ya no era tan débil como antes! Fue una prueba fehaciente de que finalmente estoy aprendiendo a tener el control de mi propia mente, y por lo tanto, de mi vida. En conclusión, le agradezco porque usted ha sido mi libertador. Ahora no necesito que nadie reconozca mi valor, porque cada día lo descubro más por mi misma.

Le deseo amor, pues la vida sola se encargará de darle las lecciones que debería haber aprendido. Pero como soy muy buena y generosa a pesar de su absoluta inmadurez, he de darle una pista:

usted era igual a mi. Quien no se aprecia a sí mismo -consciente o inconscientemente- tiene dos posibles experiencias que reflejan esos sentimientos: ser despreciado, o despreciar... y lamento informarle que como dice mi adoradísimo Steven Tyler, now I think the karma cops are coming after you.

Yo que usted y leyendo mis palabras, todavía me enamoraría perdidamente de mi. Pero me alegro que no haya sido el caso, porque si así hubiera sido, yo no hubiera descubierto de quien YO realmente quiero enamorarme.


Atte,

Maravillosa y Encantadamente Desencantada.

Dolor = Amor

This is a call of arms to live and love and sleep togetherWe could flood the streets with love or light or heat, whatever





"El amor que reprimes es el dolor que llevas a cuestas"


Quiero reflexionar un poco sobre esta frase que me parece increíble y relacionarlo con algo muy común que veo está pasando en estos días. Veo que la gente en general, está concluyendo algo así como: "si no amo, nunca voy a sentir dolor".

No podrían estar más equivocados, en mi opinión. Porque no es la presencia del amor lo que causa dolor, sino la ausencia del mismo. No podemos NO amar. Es nuestra naturaleza buscar cosas, personas, lugares, y actividades para amar. No buscamos qué odiar, no buscamos cosas que nos lastimen. Buscamos cosas que nos hagan felices...y las cosas que nos hacen felices son aquellas que amamos.

El amor y el dolor, para mi, son dos caras de la misma moneda. Uno no llora la muerte de alguien que no quiere, uno no se enoja con alguien que no conoce. Quien te provoca dolor es alguien que te importa. Inclusive si esa persona, sos vos mismo/a. Así como podes girar la moneda para ver la otra cara, podes enfocarte desde una perspectiva distinta y ver todo desde otro ángulo.

¿Cuál es esta perspectiva que no estamos viendo?

Que el dolor que sentimos no es culpa de nadie. No es culpa del pasado. No es culpa nuestra. Tenemos la costumbre de echarle la culpa a los demás por absolutamente todo lo que nos pasa, sin asumir la responsabilidad por nuestros propios pensamientos y sentimientos. ¿Quién alimentó el odio, el rencor, la tristeza, la impotencia, la desesperanza?... La respuesta es: nadie más que vos.

El dolor es solamente una indicación de que estás mirando una sola cara de la moneda: la falta de amor, no su presencia. Las situaciones que causan emociones fuertes son aquellas de las cuales podemos aprender a pasos agigantados. Pero la mayoría de la gente no se ocupa en aprender, sino que les encanta hacer lo que me gusta llamar revolver mierda. "De la mierda se hace abono para que crezcan las flores después", me dijeron una vez. No podría ser más cierto. La transformación depende de vos, de tu reflexión, de tu búsqueda de la enseñanza que te da cada experiencia; no del sufrimiento de repasar los hechos una y otra vez pensando qué podrías haber hecho diferente para que esto no pasara, o de culpar al otro, o de victimizarse.

La experiencia (dolorosa o no) trae conocimiento, el cual trae compresión, el cual siempre lleva de nuevo al amor.

La próxima vez que sientas dolor... espero que recuerdes que es proporcional al amor que tenes dentro y te negas a darte, a vos mismo, y a los demás.