9 de julio de 2012

Más allá de los filtros

-De a poco voy a haciendo cada vez más cosas tontas que se me ocurren de la nada y que me dan vergüenza y que antes no las hubiera hecho. Tengo un impulso, y lo sigo. Me siento mucho mejor que cuando vivía reprimiéndolos.

-¿Y cómo haces si te da vergüenza?
-Me permito hacer las cosas antes de que me agarre la vergüenza. No las dejo pasar por el filtro. Impulso, acción. 

-¿Y después qué, te morís de vergüenza? Yo no puedo, filtro todo.
-No, ya no, sé que no tiene por qué darme vergüenza, porque ahora estoy comprobando que los impulsos, los verdaderos impulsos -NO las cosas que planéas metódicamente y analizás y racionalizás convenciéndote de que son lógicas y que deben o no servir para algo-, esas ideas que surgen y que generalmente decís "no, mejor no, porque bla bla bla..." esas, son siempre beneficiosas, por más locas que parezcan en el momento. Y por más que no se vean los beneficios de inmediato, y por más que te hagan sentir expuesta o vulnerable.

-Pero ¿cómo haces para no filtrar? Algunas cosas tienen que pasar por el filtro, si no...
-¿Si no qué? Esa vulnerabilidad parte del miedo, si no tenés miedo, nada puede lastimarte de verdad. Y si algo te lastimara, tampoco te importa que los demás vean que sos vulnerable, porque no tenés miedo de lo que piensen. Pude empezar a hacer esto porque pasé demasiados años filtrando las cosas como para darme cuenta de que no funciona. Vivir con filtro es como vivir con una máscara; sentís que estás protegido de los demás porque no pueden verte, pero a la vez te la pones porque querés agradarle a los demás, y pensas que si ven lo que hay detrás, no les vas a gustar. 
En realidad es siempre la máscara o el filtro lo que NO gusta.


Es lo que nos separa y nos hace iguales, es lo que nos limita, es lo que nos opaca el brillo natural. Así que el propio miedo de no agradar, es lo que termina haciendo que no agrades. El filtro, en vez de dejar pasar lo bueno (el cual sería su propósito, si realmente funcionara), lo oculta. En vez de dejar pasar la luz, la tapa. Hasta terminás creyéndote que sos esa identidad falsa, esa careta. Te negás a vos mismo, y sos un infeliz.

-¿Y qué haces si te creés que sos algo que no sos?
-No te preocupes, en algún momento te vas a dar cuenta. En algún momento te vas a dar cuenta que TE INVENTASTE un personaje, que en realidad no tiene nada que ver con quien sos. Lo mejor de vos, raramente llega a ser percibido por los demás, porque rara vez dejás de filtrar todo a través de esa personalidad inventada.Y lo mejor es que una vez que reconoces esa propia identidad falsa, podes ver fácilmente cómo opera en los demás, a raíz de qué sienten y se comportan así, y te volvés capaz de ver más allá de los egos de las personas, que es lo que no gusta. Todos somos preciosos en el fondo.

-Pero si no soy esta personalidad, ¿quién soy?
-Probablemente te conozcas más de lo que creés. Cuando estás solo. Cuando tenés ideas. Cuando creás cosas. Cuando de repente estás haciendo algo y reconoces que lo haces bien. Cuando sos consciente de tu valor. Creo que todos tenemos esa sensación de ser valiosos muy enterrada en el fondo, y sabemos que los demás no están apreciando ni la mitad de lo que somos. Y esto sucede porque lo valioso de las personas está condicionado por este filtro. Y todo eso, parte del miedo. Una persona feliz es la persona que se deja ser quien es, sin miedo.

-Y ¿cómo dejo de filtrar lo mejor de mi? ¿Cómo dejo de tener miedo?
-Cada vez que quieras hacer algo que te hace sentir bien, y pesques que tu mente está poniendo excusas, o justificando o racionalizando lo que querés hacer, no la dejes actuar. Seguí esa primer idea, pura. No dejes que se contamine. Si te hace sentir bien, estás en lo correcto. Si sentís que debes reprimirte, o pensar cómo actuar, qué decir, qué es mejor, estás filtrando. El miedo no es constructivo, el miedo es limitador. ¿Cómo puede ser positivo algo que te da miedo, y que por lo tanto te está limitando a ser vos mismo?

-Bueno, entonces ¿seguir los impulsos me llevaría a ser más de mi y menos de esa personalidad inventada?
-Creo que sí, que es una forma. El tema es saber distinguir qué es un impulso, o una idea pura y qué no. Muchas veces nos volvemos locos tratando de pensar CÓMO conseguir las cosas. A mi entender, las ideas e impulsos que terminan dando resultados positivos son aquellos que NO SABÉS PARA QUÉ SON. Solamente los haces porque tenés ganas de hacerlo, y no esperás nada a cambio. Como el músico que compone y toca simplemente porque sí. 

-Pero ¿los filtros no impiden que se sigan impulsos negativos? ¿Por ejemplo, un asesinato?
-Los impulsos de los que estoy hablando son siempre positivos y constructivos. Se sienten bien cuando los pensás, aunque sea por unos segundos antes de que tu mente empiece a buscar consecuencias. No me parece que nadie se sienta bien si está pensando en matar a otra persona. ¿No?

-Entiendo... entonces, ¿si siguiera más mis impulsos y no le diera lugar a esos filtros del ego...?
-...Seguramente ya tendrías todo lo que quisieras: Ser feliz.