14 de diciembre de 2011

La diferencia entre ENamorarse y DESENamorarse

La mayoría de la gente que entra a este blog por primera vez, es porque ha buscado en Google la palabra "desenamorarse"... Viendo que hay tanta gente desesperada por este tema, me propuse dar la información que aclaró todo para mi, la cual encontré a través de la formulación de dos palabras: "¿Por qué?". Yo creo que para saber como desenamorarse, hay que saber por qué uno se enamora en primer lugar; por qué ocurre eso, y por qué después es tan difícil dejar de pensar en esa persona.

Bueno, son preguntas difíciles de responder, pero esto es lo que encontré:

1) El proceso de la Atención.

Digamos que un día te fijas en alguien, porque te llamó la atención un chiste, un gesto, una coincidencia, un interés en común, su voz, su pelo, su forma de expresarse, o lo que sea. Cuando uno encuentra un objeto de atención que le causa un estímulo (como puede ser admiración, curiosidad, interés), no pasa demasiado tiempo hasta que naturalmente, busca deliberadamente más estímulos que pueda darle ese mismo objeto. Al principio, nadie parece tan espectacular, pero con el paso del tiempo, con el aumento de atención hacia una persona determinada, van surgiendo infinidad de detalles en ella que producen placer al ver, oír, tocar, oler o degustar. Lo que hacemos entonces, es enfocarnos en los aspectos positivos de alguien, de forma constante y creciente, hasta el punto de dejar de ver o ignorar los aspectos negativos. Eso es lo que llamo enamoramiento. Ojo, no digo que por prestarle atención a alguien y enfocarte en sus aspectos positivos vayas a enamorarte de él, ya que los gustos y las preferencias que tengas de antemano son quienes definen eso.

2) El proceso de las Asociaciones
Digamos que un día ves un chico que te parece lindo en una clase. De ahí en adelante, esa clase en tu mente va a estar asociada a Chico Lindo. Seguramente también haya un profesor y ciertos compañeros que se hablan con Chico Lindo que tu cerebro va a asociar con él. Digamos que un día, Chico Lindo y vos tienen una relación. O no, jamás la tienen. De cualquier forma, habrá canciones en la radio que te hagan acordar a cómo te gusta estar con él, o cómo te gustaría estar con él. Habrá infinidad de lugares en la ciudad, películas, objetos, gente, olores... hasta bombachas! que te hagan recordarlo.

Esto no es por casualidad. Tus neuronas viven haciendo asociaciones, constantemente. La atención que le prestaste a esa persona no hizo más que generar nuevas asociaciones placenteras (o tal vez dolorosas) en tus neuronas. Chico Lindo, según lo que hayas estado pensando, puede estar asociado al amor más hermoso que sentiste en tu vida, o al dolor más profundo.

¿Qué es el desenamoramiento, entonces?

La reversión de estos dos procesos. Es decir, no es que "el tiempo lo cura todo"; si no que naturalmente y constantemente uno hace otras asociaciones neuronales, y por lo tanto, otras se deshacen o se vuelven más débiles. Hay gente que pasa muchos años en pareja y aunque estuvieron enamorados, empiezan a desenamorarse. ¿Por qué? Porque ya no se enfocan tanto en los aspectos positivos de la otra persona, sino en los negativos. Hay gente que NECESITA desenamorarse de otra porque no es correspondida. Y lo que suele suceder, es que después de un tiempo se cansa, se rinde y lentamente deja de pensar. Trata de enfocarse en otras cosas, para "olvidar". Y AL PARECER, por "suerte" o "casualidad", aparece un "clavo que saca al otro clavo". Pero en realidad, es un cambio de objeto de atención. Un cambio de asociaciones neuronales. Un cambio cerebral que conduce a un cambio de la realidad.

No existe el olvido, sino la activación y la desactivación. La atención o la desatención. El hábito o la voluntad de romperlo. Una conexión para un lado o para el otro.
Alguien me dirá que son cuestiones del corazón, y que no pueden controlarse. Estoy de acuerdo. Pero cuando el amor se convierte en sufrimiento, ya no es amor, y por lo tanto, ¿viene del corazón?...

Después de ver esto, hice un "click" (otra forma de decir que una neuronita se conectó donde debía conectarse):

12 de diciembre de 2011

Con o sin vos

Cuando empecé a escribir este texto, planté una. La vi crecer, tuve que esperarla un poco.
Creció de repente y se terminó yendo por las ramas..
.

Para que germine la semilla, en primer lugar, tiene que encontrarse en ciertas condiciones físicas. Eso no quiere decir que nazca, porque algunas de ellas simplemente prefieren seguir siendo semillas para siempre. La mayoría germina después de un tiempo, con fuerza, con rapidez, con ganas de salir. Cuando llega la hora, ocurre todo un proceso debajo de la tierra que es invisible a nuestros ojos, pero sin embargo conocemos. La raíz crece, se adapta a su nuevo ambiente, se nutre del agua, toma lo que necesita para crecer... hasta que finalmente un tallo tímido se anima a salir a través de la tierra. Una vez afuera, se nutre también del sol, del aire... se encuentra expuesta y vulnerable. Sin embargo si resiste las adversidades, se vuelve aún más fuerte. El tallo crece, se vuelve más grueso, más alto. Las hojas aumentan en cantidad. Y un día, florece.

Me hace pensar en:
  • El comienzo, desarrollo y final de una canción.
  • El nacimiento, vida y muerte de un hombre.
  • El amor y/o el odio. Cuanto más crece, más difícil de matar. Más arraigado.
  • Las estaciones del año.
  • Los estados emocionales, de peor a mejor.
  • El nacimiento y evolución de una idea hasta manifestarse por completo.
  • Una amistad. Una relación de pareja. Tiene que hechar raíces... adaptarse... alimentarse... demasiado contacto la ahoga. Demasiado poco contacto, la mata.
  • El hecho de que uno tiene que conocer la oscuridad para apreciar la luz.
  • El hecho de que en la oscuridad no hay nada nuevo, pero hay mucho por descubrir a la luz.
  • La crianza como el crecer de las raíces.
  • La búsqueda, como el tallo hace su camino hacia la luz, siempre.
  • Como la falta de luz mata.
  • Como uno necesita ser protegido al principio, pero después se hace fuerte y resistente.
  • Como todo tiene su período de gestación.
  • Como nos crean y como creamos. Pro-creamos.
  • Como todo se transforma.
Me hace pensar en nosotros siendo los cuidadores de nuestros propios jardines de semillas de deseos. Cómo los alimentamos... o los ignoramos tratando de dejarlos morir... la forma en que a veces decidimos sacar de cuajo a algunos, que como malas hierbas, vuelven a crecer una y otra y otra vez, de mil maneras... lleva mucho trabajo ser ese jardinero de deseos... hasta que uno se rinde de tratar de controlarlos, comprendendiendo que es su naturaleza crecer y florecer... tarde o temprano.





28 de noviembre de 2011

5 cosas que nos cagan la vida

Hay cosas que no podemos controlar, pero también hay cosas con las que nos cagamos la vida, que YA en este momento, podríamos empezar a cambiar, reflexionando un poco...

Cosa que te caga la vida N°1: No saber quién sos y que no te importe. Es triste, pero la mayoría de las personas van caminando por ahí en automático, porque no conocen otra cosa, porque no saben quienes son, de donde vienen y a donde van. Y tratan de no pensar en eso, porque bueno, nadie sabe de dónde venimos ni a dónde vamos (o eso creen). Me hace pensar en el jueguito de Super Mario, en donde podías hacer el recorrido común, o descubrir alguna plantita loca que te llevaba a las nubes donde no había bichos que te mataran y te llenabas de moneditas. La única diferencia entre el jugador que no descubría esos trucos y el que sí, es que uno era curioso y el otro no.

Cosa que te caga la vida N°2: La búsqueda y/o espera del alma gemela. Yo soy romántica, me gusta creer esta cosa del alma gemela, y que hay una persona perfecta para cada uno y bla bla bla... pero la verdad es que somos 7 mil millones de personas en este planeta. ¿No es lógico que puedas encontrar miles de personas que tengan las características que te gustan? Además, el concepto de alma gemela es engañoso, porque nos hace pensar que somos "mitades" buscando la otra mitad que nos falta; y ¿de dónde salió eso? Si solos nacemos y solos morimos, y en realidad todos venimos del mismo lugar... todos estamos completos. Somos gotas del mismo océano, aunque sea difícil verlo. La única unión que importa realmente es la de todos.

Cosa que te caga la vida N°3: Depender de los demás. No hablo de dependencia económica necesariamente, aunque es aplicable. Depender del otro de cualquier forma; de sus conductas, de las cosas que dicen, de las cosas que hacen, de sus opiniones, de sus creencias... la constante búsqueda de aprobación de otros. Y lo que nos hace sentir mal no son las cosas que nos dicen o hacen, sino que nosotros tomamos esas cosas como una verdad, en vez de verlas como una simple percepción.¿Por qué no creer lo que uno quiere creer y ser lo que uno quiere ser, y dejar que el otro haga lo mismo?

Cosa que te caga la vida N°4: Creer que no te mereces todo lo que queres. "Cada uno tiene lo que se merece". Yo lo cambiaría por "cada uno tiene lo que cree que merece". El Universo no puede contradecirte: El guión se escribe a partir de tus creencias.

Cosa que te caga la vida N°5: Preocuparse por el futuro. Es una conducta aprendida, es decir, nuestros padres, que aprendieron de nuestros abuelos, nos preocupan por el futuro. Desde chiquitos nos preguntan "¿qué querés ser cuando seas grande?".Automáticamente se nos instala la preocupación de saber qué es lo que queremos, cuando en realidad lo preocupante no es cual es tu pasión, sino con qué te vas a mantener económicamente; que aunque parezca imposible, hay gente que logra combinar ambas cosas.

De todas formas, pensamos que
preocupándonos más, haciendo más cosas que no nos gustan, rompiéndonos más el culo, algún día vamos a poder estar estables para así dedicarnos a nuestras pasiones. Círculo vicioso. Es más difícil hacerlo que decirlo, pero yo diría, enfocate en tus pasiones AHORA, y no vas a tener de qué preocuparte después. "No puedes tener un final feliz para un viaje infeliz".

Un perdedor feliz siempre termina ganando.

1 de noviembre de 2011

Carta al que no quiere ver II

Mi estimadísimo señor,


Me dirijo a usted nuevamente porque mi carta anterior ha quedado desactualizada. Verá, yo quería que usted comprendiera mi valor antes de que yo misma lo reconociera. Es como tratar de explicar cómo es una manzana sin haber visto, tocado, olido o saboreado una antes. Y eso nunca funciona, como bien sabrá.

Quiero dedicarle estas líneas para expresarle mi absoluto y completo aprecio por su desprecio. Sí, así como lo lee. Es que he llegado a comprender que el mundo es un espejo de mis pensamientos y mis sentimientos, que tan ocultos pensé que llevaba. Usted ha sido un reflejo de mi. Usted, con su desprecio, con su desvalorización hacia mi persona, me ha hecho comprender que todas esas cosas habían estado en mi primero. Si bien me he aprendido a querer un poco más que hace un tiempo, todavía no había logrado comprender mi verdadero y absoluto valor. En la búsqueda de ese valor que yo siempre supe tener, he encontrado -y sigo encontrando- infinidad de razones por las cuales adoro mi ser, mi personalidad, mi corazón, mi cuerpo y mi mente. Y sé que ahora estoy empezando a reflejar mi aprecio más que mi desprecio.

También quiero agradecerle desde el fondo de mi alma por hacerme sentir tan vacía a pesar de su presencia. Es que a causa de esto, he aprendido que hay un vacío que nadie más que yo misma puedo llenar. He aprendido que mi felicidad solo debería depender de mi misma, y no de las conductas, presencias o ausencias de los demás. Me hizo desear por primera vez y de una vez por todas, dejar de esperar cual Bella Durmiente que alguien me salve, y convertirme en mi propia heroína.

Como si fuera poco todo lo que debo agradecerle, debo expresarle además, que su partida es lo mejor que pudo haberme pasado. Me sorprendí al descubrir mi enorme fuerza y sabiduría. ¡Ya no era tan débil como antes! Fue una prueba fehaciente de que finalmente estoy aprendiendo a tener el control de mi propia mente, y por lo tanto, de mi vida. En conclusión, le agradezco porque usted ha sido mi libertador. Ahora no necesito que nadie reconozca mi valor, porque cada día lo descubro más por mi misma.

Le deseo amor, pues la vida sola se encargará de darle las lecciones que debería haber aprendido. Pero como soy muy buena y generosa a pesar de su absoluta inmadurez, he de darle una pista:

usted era igual a mi. Quien no se aprecia a sí mismo -consciente o inconscientemente- tiene dos posibles experiencias que reflejan esos sentimientos: ser despreciado, o despreciar... y lamento informarle que como dice mi adoradísimo Steven Tyler, now I think the karma cops are coming after you.

Yo que usted y leyendo mis palabras, todavía me enamoraría perdidamente de mi. Pero me alegro que no haya sido el caso, porque si así hubiera sido, yo no hubiera descubierto de quien YO realmente quiero enamorarme.


Atte,

Maravillosa y Encantadamente Desencantada.

Dolor = Amor

This is a call of arms to live and love and sleep togetherWe could flood the streets with love or light or heat, whatever





"El amor que reprimes es el dolor que llevas a cuestas"


Quiero reflexionar un poco sobre esta frase que me parece increíble y relacionarlo con algo muy común que veo está pasando en estos días. Veo que la gente en general, está concluyendo algo así como: "si no amo, nunca voy a sentir dolor".

No podrían estar más equivocados, en mi opinión. Porque no es la presencia del amor lo que causa dolor, sino la ausencia del mismo. No podemos NO amar. Es nuestra naturaleza buscar cosas, personas, lugares, y actividades para amar. No buscamos qué odiar, no buscamos cosas que nos lastimen. Buscamos cosas que nos hagan felices...y las cosas que nos hacen felices son aquellas que amamos.

El amor y el dolor, para mi, son dos caras de la misma moneda. Uno no llora la muerte de alguien que no quiere, uno no se enoja con alguien que no conoce. Quien te provoca dolor es alguien que te importa. Inclusive si esa persona, sos vos mismo/a. Así como podes girar la moneda para ver la otra cara, podes enfocarte desde una perspectiva distinta y ver todo desde otro ángulo.

¿Cuál es esta perspectiva que no estamos viendo?

Que el dolor que sentimos no es culpa de nadie. No es culpa del pasado. No es culpa nuestra. Tenemos la costumbre de echarle la culpa a los demás por absolutamente todo lo que nos pasa, sin asumir la responsabilidad por nuestros propios pensamientos y sentimientos. ¿Quién alimentó el odio, el rencor, la tristeza, la impotencia, la desesperanza?... La respuesta es: nadie más que vos.

El dolor es solamente una indicación de que estás mirando una sola cara de la moneda: la falta de amor, no su presencia. Las situaciones que causan emociones fuertes son aquellas de las cuales podemos aprender a pasos agigantados. Pero la mayoría de la gente no se ocupa en aprender, sino que les encanta hacer lo que me gusta llamar revolver mierda. "De la mierda se hace abono para que crezcan las flores después", me dijeron una vez. No podría ser más cierto. La transformación depende de vos, de tu reflexión, de tu búsqueda de la enseñanza que te da cada experiencia; no del sufrimiento de repasar los hechos una y otra vez pensando qué podrías haber hecho diferente para que esto no pasara, o de culpar al otro, o de victimizarse.

La experiencia (dolorosa o no) trae conocimiento, el cual trae compresión, el cual siempre lleva de nuevo al amor.

La próxima vez que sientas dolor... espero que recuerdes que es proporcional al amor que tenes dentro y te negas a darte, a vos mismo, y a los demás.

22 de octubre de 2011

¡Despierta, ovejita, despierta!

Iba a cambiar mi nombre de Desencantada por Encantada. Por ahí porque estoy viendo más luz que oscuridad últimamente. Pero después pensé: No. Tengo otra razón para ser Desencantada ahora.

"Conseguir trabajo. Ir a trabajar. Casarse. Tener hijos. Seguir la moda. Actuar normal. Caminar sobre el asfalto. Mirar la tele. Obedecer la ley. Ahorrar para tu vejez. Ahora repita conmigo:'SOY LIBRE'".

Todos estamos "encantados". Todos vivimos hipnotizados; por la televisión, por la gente, por el clima, por la vida mundana. Vivimos dormidos, hechizados. Somos THE WALKING DEAD. ¿Cuál es la diferencia entre un zombie y nosotros, dejando a un lado el hecho de que no nos comemos y nos bañamos? Vivimos en automático, hablamos de lo mismo, repetimos lo que nos dicen, nos creemos que nos las sabemos todas, nos hacemos los superiores por no creer en cosas que no podemos ver, nos quejamos, nos guardamos lo que pensamos, nos aburrimos porque nos dicen que ya sabemos todo lo que tenemos que saber...

¡UH, gente! ¿No les cansa ser tan mundanos?

¿Nunca se pusieron a pensar por qué, por ejemplo, existen diferentes razas?
-"Me lo enseñaron en la escuela. Pasa que los negritos africanos toman mucho sol y entonces la piel se les puso negra para adaptarse". (????????????????????????????)
Ah, digo yo, entonces los chinos también reciben mucho sol, y por eso tienen los ojitos más entrecerrados, porque les molestaba. Pero entonces por qué ellos no son también negros, y por qué los negros no son chinos?!!?!?!

¿Nunca se pusieron a pensar por qué a alguna gente le va bien y a otra mal?

-"Es una cosa que se llama suerte. Vivimos en un caos total, y te toca lo que te toca".
(???)
Ah, digo yo, claro. Vivimos en un caos total. Por eso existen las estaciones. Por eso existe la vida y la muerte. Por eso, hay una cadena alimenticia. Por eso existe la lluvia y el sol, por eso existe la oscuridad y la luz. Por eso las vacas no vuelan. Por eso la madre que está embarazada produce leche para el hijo... ¿En serio crees que no hay cierto orden? ¿En serio pensas que la naturaleza no tiene sus leyes? ¿En serio pensas que VOS no sos parte de ella?

¿Nunca se pusieron a pensar cómo es que los APARENTEMENTE pobres esclavos egipcios hicieron las pirámides?
-"Sí, está claro, empujaban piedras con sogas, y con unas maderas las ponían así y así y las iban subiendo, no es tan imposible". (??????!!!!)
Ah, digo yo. ¿Y la isla de Pascuas? ¿Y Stonehenge? ¿Y las civilizaciones extremadamente avanzadas en tecnología, como Atlantis, Babilonia, etc etc? ¿Y los no sé cuántos lugares así que existen por todo el mundo de los que no sabemos nada, porque no les damos bola? Che, ¿a vos te parece que en el día de hoy con toda la tecnología que tenemos, no sería igual un RE quilombo hacer unas pirámides que están alineadas con tres estrellas en el cielo?


No sé, así tengo 8000 preguntas más... yo no digo que uno tiene la razón y el otro no. Yo digo que no nos preguntamos nada, porque estamos re cómodos con el cuentito que nos cuentan. Que Colón conquistó América y les dio espejitos a los indios....PFFFFF.¿Nunca se pusieron a pensar por qué no le dábamos bola interiormente a lo que nos explicaban en el colegio? Creo que en el fondo, sabíamos que era todo una sarta de pelotudeces que 1) seguramente no eran del todo ciertas y 2) que no nos servían para nada más que para aprobar un examen. Y por alguna razón, ahora es lo más COOL ser un cerradito de mierda que no abre la cabeza a nuevas ideas, o a enseñanzas de mayor sabiduría. Es cool el que no cree en fantasmas, en ovnis, en energía, en cosas que no ve. A ver, niños, NO SE LAS SABEN TODAS.
La verdad es que NO SABEMOS UN CARAJO DE NADA
.
La verdad es que ni siquiera los científicos se ponen de acuerdo, y ellos SABEN que no saben nada. Ellos SABEN que las cosas que hace diez años parecían una locura, hoy están comprobadas, y que esto nunca se acaba. Pero los medios no nos lo dicen, porque les gusta que veamos cómo mataron a un loco en Libia. Que nos alimentemos de lo malo en vez de lo bueno. Que CREAMOS que ya está todo dicho, y que las cosas son ASÍ y no pueden cambiar (cuando de hecho, nunca dejaron de cambiar).

Bueno no sé, si les hace felices ser zombies, sean zombies. Yo prefiero despertar, yo prefiero desencantarme, yo prefiero desentenderme de todas las huevadas que me quieren hacer creer. Yo prefiero rebelarme. La verdadera rebelión es ir en otra dirección de la que va el resto; no tratar de coincidir con la manada para tener su aprobación.


Te picó el culin?

Interesado?...

Recomiendo para empezar:

*¡¿Y tú qué sabes?!
*Zeitgeist
*
Ley de atracción- La mejor explicación del mundo, por Abraham-Hicks♥
*El camino a la libertad- David Icke


~Por un mundo de ovejitas que se salen del rebaño!~


20 de octubre de 2011

El generador

Seguramente escucharon muchas veces frases como:

"El amor viene desde adentro"
"Primero debes amarte a vos mismo antes de que los demás hagan lo mismo"
"El amor es incondicional"
"Ama como si nunca te hubieran herido"

Son de esas frases que crees que entendes porque conoces las palabras, pero no llegas a comprender su verdadero significado. Son de esas frases que son tan pero tan profundas que vos que andas por la superficie, las pasas de largo como si fueran algo inalcanzable, utópico, irreal.

Finalmente estoy empezando a entenderlas... y lo que antes sonaba como una pelotudes, ahora tiene sentido. Creí que amar incondicionalmente era completamente imposible, pero me di cuenta que el amor incondicional ya existe en mi vida. ¿Qué significa incondicional? No esperar nada del otro. Ser feliz por el solo hecho de su existencia. No tener la necesidad de poseerlo. No ser dependiente. Es el tipo de amor que se siente por tu perro, que te mastica las botas y lo seguís adorando. Es el amor que -a veces- uno tiene con los miembros de su familia, a pesar de los problemas que tengan. Lo que se siente por un amigo con el que capaz estás distanciado y sin embargo sabes que está ahí. El amor por tu banda favorita, que aunque en algún momento hagan una canción de mierda o te decepcionen, los seguís bancando porque tu amor por la banda o por el resto de su música es más fuerte. Supongo, también, que es lo que se siente por un hijo.

Todavía YO no evolucioné lo suficiente como para concebir la idea de ser tan incondicional que dejes que, por ejemplo, tu pareja te meta los cuernos y vos lo perdones, no estoy hablando de eso. Pero... sí pienso que podes amar incondicionalmente en el sentido de dejar ir todos los rencores, el odio, el miedo a pasar por lo mismo de nuevo, el pasado... y apuntar a sentir lo que dice esa última frase: "ama como si nunca te hubieran herido".

Vivimos dependiendo de la aprobación, el respeto, la admiración, y el afecto de los demás. Pero todo eso no es amor. Todo eso es mental, es orgullo, es ego. Y la vida, a los golpes, te va enseñando que no podes depender de los demás.
Vas a tener que comprender y aceptar que VOS sos el generador del amor... nadie puede generarlo por vos o para vos si vivís concentrándote en todo lo contrario, que es el miedo y el odio.... y cuando VOS logras convertirte en tu propio generador de amor, supongo que eso es la verdadera libertad.




~I'm the Generator, firing whenever you quit
Yeah whatever it is, you go out and it's on
Yeah, can't you hear my motored heart?
You're the one that started it~

1 de octubre de 2011

Sos vos


And the secret door swings behind us~


-Sos vos, ¿no?-


Le dijo ella desde una bruma rosada con aroma a... ¿a qué? a primavera. El olor a flores, a mujer, lo envolvía y repentinamente se sintió... algo exitado y su respiración se estaba haciendo cada vez más profunda. Ella lo observaba con la curiosidad y alegría que tendría un niño que descubre un extraterrestre en su jardín.
-Sos vos... sí, sí, ¡sí! sos vos. ¡Sos vos!-, dijo sonriendo con la boca abierta y apoyando ambas manos sobre sus mejillas, maravillada.

No entendía nada. Quizás el extraterrestre era ella, porque no podía dejar de mirarla, sus ojos oscuros y profundos le daban una sensación de vértigo, como si pudiera caer dentro de ellos, como en un pozo ciego, y perderse por siempre... o encontrarse.


-¿Qué... quién... soy?-, logró articular. Sentía los labios secos y sabía que ella podía mojarlos. Ya podía sentir su lengua, su saliva, su gusto. Cerezas.


-Sos vos... tenes... tenes... ese brillito en los ojos. Y tus brazos, estos brazos...- dijo ella acariciándolos, como si fueran de oro.
El calor de sus manos se extendió por todo su cuerpo y se convirtió en una especie de fiebre en su rostro. "Esto deben sentir las plantas cuando llueve después de una larga sequía", pensó incoherentemente.
-Y tus labios. Y tu pelo. Tu olor. Tus cejas. Tu voz. Vos... es exacto lo que... Lo supe desde que te vi. ¡No, ni siquiera desde que te vi! Te sentí... te sentí cerca... sentí tu presencia tantas veces, y no podía verte. Pero al fin te reconocí. Estoy segura que sos vos-, dijo ella, tomando sus manos. Parecía imposible concentrarse para hablar, para emitir sonidos, para expresar lo que estaba sintiendo.

-Yo... v-vos, ¿vos quien sos?- preguntó él. Sus caricias en las palmas de las manos le hacían cosquillas que subían por sus brazos hasta su espalda dándole deliciosos escalofríos.


-Soy yo...-, dijo ella inclinando la cabeza. Su cabello largo rozó su mejilla mientras acercaba su cara, sus labios, la fuente de donde tanto deseaba beber.
Abrió la boca como para decir algo, pero en cambio no dijo nada.

Entonces se despertó. Sudoroso, con una fuerte erección, una amplia sonrisa dibujada, un bello mareo, y un leve recuerdo de un perfume. No podía recordar exactamente qué había soñado, aunque evidentemente había sido con una mujer. Se le vino a la cabeza que alguna vez había leído que todas las personas con las que soñamos, son personas que alguna vez conocimos. Pero no tuvo demasiado tiempo para pensar en ello porque
ya se le hacía tarde para ir al trabajo. Se duchó todavía medio dormido, se vistió y emprendió su día como cualquier otro día. Sin embargo sentía que había olvidado algo importante, y no sabía qué. "¿Será que dejé el gas abierto? ¿Me olvidé algún cumpleaños? ¿Qué día es?", pensaba mientras iba a comprar el almuerzo a la rotisería de la vuelta del laburo, como siempre. Iba mirando el piso con las manos en los bolsillos por el frío y casi se los choca, por enésima vez. La vecina de al lado de la rotisería acababa de salir a pasear al perro, y el bicho tenía la manía de cruzarse en su camino. Levantó la vista y miró a su dueña, quien le dedicó una sonrisa como pidiendo disculpas, y siguió su camino.
Fue un segundo, pero todas las sensaciones que había tenido esa mañana, volvieron. De repente se sintió agitado y mareado. El corazón empezó a palpitarle fuertemente. Ese olor... sus dientes... sin saber por qué, se dio media vuelta y la buscó desesperadamente. Solo se había alejado unos pocos metros. Se había sentado en un banco bajo un cerezo. Nunca hacía lo que en realidad quería hacer. Normalmente hubiera intentado reprimir esas sensaciones y seguir con sus tareas. Pero esta vez sus piernas caminaron por inercia hasta ella. Se acercó tímidamente. No sabía qué iba a decir, pero algo tenía que decir. Cuando se arrepintió ya estaba demasiado cerca y ella había levantado la vista para mirarlo. Entonces él se sentó al lado suyo, sintiendo una extraña sensación de magnetismo y alegría... sonrió maravillado observando cómo ella hacía lo mismo, sentía lo mismo, y sin pensarlo, se escuchó decirle dos palabras:

-Sos vos...



Otras historias:

Noche de viernes
La chiquita

Miedo a Soledad
Miedo a Soledad II

22 de septiembre de 2011

El rencor y el amor no pueden convivir

"El perdón es un cambio en la percepción que remueve un bloqueo en mi hacia mi conocimiento de la presencia del amor".*


Cuando alguien nos hace algo feo, seamos conscientes o no de ello, nos lo guardamos. Nos aferramos a ese odio hablando de las de las razones por las cuales nunca vamos a perdonar, repasando los hechos, confirmando con los demás que esa persona no merece ser perdonada, y hasta nos creemos más vivos por estar enojados... y lo más gracioso es que pensamos que el que se jode es el otro.

Escuché una metáfora que dice algo así como que no perdonar, es como llevar a cuestas una olla con agua hirviendo, creyendo que vamos a poder tirársela encima al otro... pero la verdad es que el que se termina quemando es uno mismo. *

Y es que no perdonar duele. Hace revivir una y otra vez aquello que nos lastimó, manteniéndolo vigente, como si en este preciso momento, todavía fuera real. Quizás por miedo a que nos vuelva a pasar lo mismo, o porque pretendemos que nos pidan perdón, creamos ese bloqueo. No hay una mejor palabra para describirlo: bloqueo. Un bloqueo mental que no deja ver más allá de lo que vivimos, que lleva toda nuestra atención a la presencia de quienes nos lastiman y no de quienes nos aman.

Cuando perdono a los demás, lo sepan o no, así quiera tenerlos en mi vida o dejarlos ir, no hago más que perdonarme a mi misma por dejar que me lastimen. Únicamente cuando logro llegar al punto de agradecer el mal que me hicieron y les deseo felicidad, entiendo que todo fue para bien... y nada más que ese conocimiento puede hacer que se abra la puerta para que entre el amor en vos y se disuelva todo el rencor.


*Extraído de "11 Forgotten laws" de Bob Proctor y Mary Morrisey.

17 de septiembre de 2011

Idioma de chicas

Me he dado cuenta (o mejor dicho, recordé) que hombres y mujeres hablamos en idiomas diferentes, y nunca nos ocupamos de comprender qué está diciendo el otro.Así nunca nos vamos a entender. Hablando o no hablando, no sabemos comunicarnos. Por alguna razón, el mensaje no llega al receptor de la forma que nosotras pretendemos enviarlo.

¿Habrá un idioma masculino que yo no cazo todavía? Seguramente sí. De hecho me he enterado de varias cosas a través de mis amigos, pero creo que no las retengo, o las niego, o las ignoro. Los mensajes están todos ahí pero sigo siendo una analfabeta. ¡Me falta tanto por aprender de este lenguaje!

En cambio, conozco muy bien los códigos femeninos. Soy minita. Tengo amigas minitas. Todas pensamos lo mismo. Seguramente algunas de ustedes coincidan con estas frases que encontré por ahí...
El problema que todos nosotros tenemos, es que muchos se olvidan o directamente no son conscientes de la existencia de estos códigos. Y nosotras nos olvidamos de que ellos no saben.. y es como seguir hablando en alemán pretendiendo que nos entienda un japonés. No va a pasar.
¿QUÉ HACEMOOOO?



Idioma de chicas:
1. Si no te llamé, solamente estoy esperando que vos me llames.
2. Cuando estoy enojada y me alejo de vos. Seguime, por favor?
3. Cuando te empuje y te pegue, agarrame y no me sueltes.
4. Cuando te ignore, dame tu atención.
5. Cuando te diga que te odio, decime que me amas.
6. Cuando te diga que hace frío, abrazame fuerte.
7. Cuando te haga cosquillas, haceme cosquillas a mi.
8. Cuando me quede mirándote, quiero un beso.
9. Cuando empiece a llorar, decime que puedo llorar en tus hombros.
10. Cuando me rinda, decime que no me vas a soltar.

10 de septiembre de 2011

La mujer perfecta

Se nota que ando sin inspiración últimamente para escribir, pero tuve una idea, TUVE UNA IDEAAAAA!! no lo puedo creer. Bueno, la idea, en cuestión, es que vengan todos esos hombres lindos que se toman la molestia de entrar a leer las pelotudeces que pongo tratando de entender la neurosis femenina (?). Yo me la paso hablando del hombre perfecto, de cómo debería ser, de cómo debería actuar, moldeándolo, refinándolo, lijándolo, inclusive me dediqué a hacer una lista de cosas que debería ser... porque digamos la verdad, siempre debe haber algo mejor. SIEMPRE. Y yo soy idealista, no soy conformista. Conformistas putos. Bue, por eso soy una infeliz no como los conformistas, pero eso ya es otro tema.

A lo que iba: quiero pedirles a ustedes hombres inteligentes, hombres que sufren nuestras histerias, nuestros síndromes pre-menstruales, hombres que quieren amar aunque cuesta porque estamos todas locas o somos pelotudas. O las dos cosas.

Usted se
ñor, venga y dígame ¿Qué hace a una mujer la mujer perfecta?
¿Qué actitudes?
¿Qué pensamientos?
¿Qué detalles?
¿Cómo sería conocerla?

Inspírenos..



Effy Stonem lamujermasbelladelmundo♥

30 de agosto de 2011

Mente morbosa

Estaba pelando una manzana. De repente, me atacó el fantasma de mi hermana mayor, y yo era chiquita de nuevo. Estaba aprendiendo a pelar una pera, y ella le dijo a mi mamá: "¡La está desperdiciando toda!". Mi mamá le contestó "dejala, está aprendiendo". Sacudí el recuerdo de mi cabeza y pensé, "qué triste que no pueda ni comer una manzana sin asociarla con algo feo". Y me di cuenta. Me di cuenta que lo ÚNICO que pienso son siempre cosas malas. Aunque un objeto, un lugar, una situación puedan evocar recuerdos buenos o malos de mi vida, mi mente siempre elige los malos. De hecho, la mayoría de las veces ni siquiera puedo acordarme de las partes lindas de las cosas (aunque seguramente, existieron). Recuerdo malos momentos, como si por alguna razón tuviera que aferrarme a ellos, llevármelos a cuestas, revolverlos de vez en cuando y comprobar que me siento de la misma forma y que nunca cambié. Como si los malos recuerdos fueran en realidad los que moldean mi personalidad, el título que me puse y que me pusieron en el pasado y que terminé aceptando como una verdad.

¿Por qué, cuando pienso en el jardín de infantes, no lo asocio rápidamente con el té con leche, la clase de música y los juegos (que seguramente debo haber disfrutado), si no con esa nena que ni conocía, que me tiró tierra en el bolsillo del delantal?

¿Por qué, cuando pienso en trabajar, no se me viene a la mente lo que podría hacer con el dinero, ni la satisfacción que me da sentirme útil, si no en lo feo que es levantarme temprano, el cansancio, y lo lentas que pasan las horas?

¿Por qué, cuando pienso en el amor, lo asocio con dolor por lo que no funcionó, en vez de sentir la alegría, la inocencia, la simplicidad de lo que sí funcionó?

¿Por qué convivo, todos los días, con todos mis miedos, fracasos, humillaciones, dificultades... y los sueños cumplidos, los logros, los miedos que sí pude superar, quedan archivados en un sótano de mi mente? Es casi como si eligiera inconscientemente decorar sus pasillos con cuadros de pasados horrorosos, bloquear las salidas con miedos, mantener repisas llenas de fracasos en vez de trofeos, y luego los recorriera, de punta a punta, comprobando que no hay salida, que todas estas cosas son lo que me definen, lo único que hay, lo que vale.

Siempre lo dijeron: es una cuestión de enfoque. Si pudiera evocar solo pensamientos lindos, si pudiera por cada cosa que pienso, hacer que la asociación directa fuese positiva y no negativa,... nunca estaría triste.



Someone who's taking pleasure in breaking down

20 de agosto de 2011

"Autobiografía en cinco actos"

1) Bajo por la calle.
Hay un hoyo profundo en la acera.
Me caigo dentro,
Estoy perdido, me siento impotente.
No es culpa mía.
Tardo una eternidad en salir de él.

2) Bajo por la misma calle.
Hay un hoyo profundo en la acera:
Finjo no verlo.
Vuelvo a caer dentro.
No puedo creer que esté en el mismo lugar.
Pero no es culpa mía.
Todavía me lleva mucho tiempo salir de él.

3) Bajo por la misma calle.
Hay un hoyo profundo en la acera.
Veo que está allí.
Caigo en él de todos modos... es un hábito.
Tengo los ojos abiertos.
Sé dónde estoy.
Es culpa mía.
Salgo inmediatamente de él.

4) Bajo por la misma calle.
Hay un hoyo profundo en la acera.
Paso por el lado.

5) Bajo otra calle.

Extraído de "El libro tibetano de la vida y de la muerte" de Sogyal Rimpoché.

8 de julio de 2011

Un día Violencia Rivas

Que alguien me diga por qué poronga nos cagamos estudiando una carrera para que nos repitan una y otra vez, nuestros mismísimos padres y profesores -aquellos seres SUPUESTAMENTE más evolucionados que nosotros, que se supone tienen que inspirarnos, incentivarnos y entusiasmarnos con las pelotudeces con las que rellenan nuestros cerebros desde que nacemos- que "no es fácil", que "es duro", que "hay que rebuscárselas", que " no cualquiera puede", etc.

Y qué significa? "NO CUALQUIERA PUEDE" = NO PODES PORQUE SOS UNA BOLUDITA QUE NO LE QUEDA OTRA QUE:
1- Conseguir la guita para hacerte las tetas y trabajar de lo que venga, total así te contrata cualquier pajero, o

2- Conseguir un viejo (también pajero) cagado en guita que te mantenga
...


Qué pocas esperanzas que nos dejan a nosotros los ilusos que vamos a cursar y hacemos los trabajitos del orrrrrrrto y nos quedamos en casa los fines de semana para estudiar en la época de parciales para que si nos rompen el culo, al menos no duela tanto. Y cuando nos recibimos (si es que no lograron machacar nuestra persona antes de llegar), ¿qué hacemos? ¿EH? ¿QUÉ HACEMOS?? A rebuscárnosla, lo que sea que eso signifique.

Pero mientras tanto, oh, no te olvides que vas a tener que conseguir un trabajo de mierda de esos que te van matando cada día de tu vida un poquito más, hasta que te canses de intentar y no lograr nada de lo que realmente querías, y te resignes a quedarte así porque ya sos vieja y no tenes tiempo y tus viejos no te pueden mantener más y con algo hay que pagar el alquiler y la comida, y hasta capaz mantener un par de críos.

Ese es mi terror.
Terminar sobreviviendo para vivir una vida que ni siquiera quería, y resignarme a ella.

Así que por favor, adultos-mayores... ya sea que estudiemos Derecho, Diseño, Medicina, Arte, o laconnnnnnnchadetumadre... dejen de rompernos las pelotas con que es difícil, dejen de sacarnos las pocas ganas que nos quedan de tratar de ser felices en este país del ORRRRTO que en lo único que cree es en la injusticia y la desesperanza... o cada vez vamos a ser menos los pelotudos que creamos en la educación y las posibilidades de cumplir nuestros sueños.


No, dejá, ya sé como sigue esto, vamos a terminar todos en una montaña comiendo hongos alucinógenos para no tener que pensar en esta PORONNNNNGA de vida que nos obliga a vivir la sociedad.




25 de junio de 2011

Los extremos del amor

Dicen que los extremos nunca son buenos, y que la única forma de lograr una vida feliz y saludable es "encontrar el equilibrio".

El equilibrio o el punto medio se puede aplicar a todos los aspectos de la vida... pero ¿habías pensado que también existe en el amor?

Como pueden observar en la siguiente gráfica: En el extremo izquierdo, vos estás tan fríiiiiaa, como la nieve a mi alrededoooorr ♪ ... bueno, eso, no te interesa ni un poco, flaco, andá a freír churros. En el derecho, te encajetaste tanto con el guacho que estás absolutamente obsesionada o como a mi me gusta llamarle, in-lust-eada (mezcla de "in love" expresión en inglés para "enamorada" y "lust", que significa lujuria), y obviamente, terminas odiando al amor.



Ustedes me dirán, decime pelotuda, y si estoy obsesionada con ESEEE y solamente ESSSEEEE me puede producir lo que me produce , y quiero a EEESSSEEEE... entonces ¿qué tiene de malo?

Y yo les digo: Las personas que están (o mejor dicho, que vos ubicás) en ese extremo, te producen tanta pero tanta admiración, tanto deseo y desesperación, que son capaces de anularte completamente hasta el punto de hacerte sentir incómoda. Hacen que siempre estés buscando su aprobación, llenándote de miedos e inseguridades.
No solo te cambias 29 veces porque sentís que te pongas lo que te pongas nunca vas a estar a su altura, si no que calculás cada palabra que vas a usar, borras y reescribís 74 veces los mensajes antes de mandarlos, y sos capaz de quedarte despierta la noche entera mirando el celular hasta que te conteste. Eso no es saludable, mamita. Lo peor es que por más que lo intentes, nunca podes ser cool adelante de esa persona, ni mucho menos demostrar todo lo que tenes para dar. Y eso trae, como bonus track, una frustración y un dolor bárbaro, porque vos SABES que si el chabon te viera por lo que sos, y no por la pelotuda en la cual te convertís cuando él está ahí, quizás sí se fijaría en vos como algo más que un pedazo de carne cojible/no cojible.
Es la típica obsesión que, oh surprise, nunca llega a nada. Un amigo me dijo que cuando uno idealiza al otro, nunca termina bien... quizás es porque eso NO es amor, sino una psicosis que si no es tratada puede llevarte a ser una mujer asesina o suicida.


Pero vayamos a la importante moraleja del día de hoy:
también EXISTE un punto medio.

Están esas personas con las que disfrutas pasar el tiempo, porque te sentís cómoda, relajada, como se da en el caso de la amistad. La amistad no es ni indiferencia ni obsesión, está ahí en el medio. Es un estar ahí para el otro, cuando quiera y viceversa. Es saber que ambos se aceptan y se quieren TAL CUAL SON. De hecho, estar con ellos te hace sentir BIEEEEEEN, te hace quererte y aceptarte más, porque eso es lo que ellos sienten por vos. Así es en la amistad, y me atrevo a decir también que así es en todas las relaciones amorosas exitosas.



Querido diario: Hoy aprendí que el amor no puede ser amor si no hay LIBERTAD.

Después de todo, todas queremos ser Gwen Stefani en este video, sin maquillaje, contentas, amadas... y claro, bien cojidas. =)




But, you see the colors in me like no one else



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23 de junio de 2011

El impulso final

Ficción emo, MUY EMO, encontrada en un word tirado por ahí... para los que les gustan mis bajones... no digan que no avisé.


Los guardianes del crepúsculo
saben de mi padecer
me aconsejan despegar mi nave a tiempo y desde el aire, saludar, saludar...

Caminaba errante por las calles oscuras, iluminadas únicamente por destellos naranjas reflejados en los charcos que quedaban de una lluvia que no había escuchado. ¿Cuándo había ocurrido el chaparrón? ¿O acaso había estado lloviznando constantemente la noche anterior, en completo silencio? No lo sabría, no podría saberlo nunca. El contacto humano era algo que había evitado tener durante esos días. ¿Cuántos días? Los contó desplegando dedos de una mano temblorosa, antes de volver a meterla en el bolsillo de su largo abrigo negro. Calculó que no habían pasado más que un par de semanas, aunque parecía un mes… o dos. Huyendo. Huyendo del pasado, caminando en círculos como si sin salirse de un patrón determinado, pudiera encontrar algo nuevo. No le emocionaba lo nuevo ya. No. Se había perdido en el miedo como un niño que se suelta de la mano de su madre y no la ve por unos segundos. Miedo que da ganas de llorar histéricamente, como si no hubiera un fin a las lágrimas que puede producir el cuerpo. Tocó el pañuelo arrugado y mojado en su bolsillo.

Había estado lloviendo… en todas partes. Y esta maldita ciudad que resurgía ante sus ojos, recordándole vidas pasadas. Vidas absolutamente olvidadas, como una foto que queda al fondo de un cajón. Levantó la vista después de algunas baldosas que emanaron el recuerdo. Ahí estaba el banco en que le habían dado su primer beso, su primer beso de amor, puro, joven, ingenuo. Estaba. ¿Cuándo lo habían sacado? Ahora sólo había un gran tobogán colorido en su lugar, rodeado de nuevos bancos, y flores recién florecidas. Ya no estaba. Cuando los lugares cambian es difícil creer que el recuerdo es real. Giró en una esquina inesperadamente. Cada calle más oscura, y seguramente más peligrosa. ¿A alguien le importaría si desapareciera en este mismo instante? ¿Si siguiera caminando hasta que no puedan encontrarme? Cruzó una calle con indiferencia, las chances de que un auto la atropellara a esas horas eran mínimas. Lástima. Tres adolescentes venían del lado opuesto, hablando y riendo tan fuerte que podía oírse el eco de sus voces. La miraron extrañadas por un segundo y siguieron camino. Cerró los ojos por unos segundos. Esas risas y esa alegría habían sido suyas. Había sido una de ellas en algún momento lejano, sintiendo que tenía toda la vida por delante, intercambiando sueños, haciendo planes. Enamorada. Había estado enamorada, varias veces, no sólo de un hombre, de la vida. Si estuviera enamorada ahora quizás estas nubes amarronadas que ensucian el cielo serían más lindas. Tan solo unos años atrás caminaba estas calles todas las noches, y en ese entonces le parecían hermosas. ¿Habían cambiado? No tanto. Ya no veía a través de esos ojos de antaño. Las hojas de los árboles se movían escandalosamente con el viento. Parecían monstruos que podían cobrar vida para atraparla, si se atrevía a detenerse.

A lo lejos vio un relámpago y escuchó el trueno aún lejano. ¿Qué haría si se largara a llover? No quería volver a casa. ¿Por qué ponen luces naranjas en la calle? ¿Por qué no blancas, o azules, o verdes? ¿Para simular el sol? Qué tenía de emocionante el sol todavía para la gente, no podía comprenderlo. Más luz. ¿Más luz para ver qué? Quizás por eso le gustaba la noche, porque la noche oculta a sus criaturas. A las criaturas de la noche nadie las quiere, no son felices, no les gusta el sol. El viento se volvió más fuerte y la calle se iluminó con un relámpago. Luz azul. Las lágrimas empujaban desde detrás de los ojos de nuevo. Se sentó en el escalón de una casa venida abajo. Las enredaderas caían desde dos balcones, las paredes corroídas por la humedad, pintura descascarada de quizás cien años atrás. Las luces estaban apagadas, la cuadra entera en completo silencio. Sacó su pañuelo arrugado del bolsillo. Era todo lo que tenía. Lloró hasta que le dieron arcadas. Estoy muriendo, estoy muriendo lentamente, pensó. ¿Cuánto puede llorar una persona? Si el agua desgasta la roca, ¿mis lágrimas no desgastan mi cuerpo? Hasta que la piel se caiga, hasta que me deshidrate, hasta que me ahogue.

La lluvia empezó a caer en grandes gotas, como piedras golpeándole la cabeza, Se levantó sollozando. No importaba ya disimular, el ruido de la lluvia la tapaba. Caminó sin querer hasta su última vida pasada. Era una foto que acababa de poner en el cajón, apenas cubierta por un par de objetos, todavía libre de polvo. Se enfrentó al edificio que se erguía ante ella. Antes suyo, completamente suyo. Ahora la miraba apáticamente. Como si no la conociera. Como si ella no conociera todas sus paredes, sus puertas, sus ventanas, sus pasillos, sus decoraciones. Como si no conociera la gente, los corazones rotos, los sueños, las ilusiones, las decepciones, las amistades, las alegrías, la historia…como si no hubiera vivido en él e impregnado sus emociones en cada pequeño rincón… como si ella misma hubiera sido borrada de esa foto, como si nunca hubiera existido. Como ese banco que guardaba el más dulce de sus recuerdos y de un día para el otro alguien se lo había llevado.

No era la primera vez que pasaba. Cada lugar que había sido suyo, cada lugar que había acunado miles de historias, de alguna forma se salía de sus manos, la expulsaba, la empujaba lentamente hasta salir para no volver jamás. Y aunque siempre había encontrado un nuevo hogar, el nuevo nunca era como el anterior. Eran hogares diferentes, como si ellos mismos supieran cuál era el siguiente paso a seguir. Estaba cansada de caminar. Volvió resignada a su casa. En la noche se erguía tranquila y silenciosa. La lluvia caía sobre las tejas y formaba una cortina ante la puerta de entrada. Como si no quisiera que volviera, pensó. Y esta casa no era más que otro hogar, de los tantos que había tenido en su vida. Otro escenario donde se habían escrito otros capítulos, el único del cual no había sido impulsada a salir. Hasta ahora. Atravesó la cortina de lluvia que caía ante la puerta y se sentó en el escalón que había bajo la misma. Allí se quedó, en el umbral, esperando el impulso final.

31 de mayo de 2011

Creás lo que creés

Mirando este programa, rescato algo que me parece interesantísimo para pensar. El actor Jim Carrey está hablando de una creencia que sacó de un libro llamado "Anagrams", y esto es lo que dice:

"Todos empezamos con una falsa creencia sobre nosotros mismos. Con alguna cosa falsa en la que creemos a través de nuestras vidas... "No lo merezco", "no soy adorable", "voy a fracasar". Cualquiera sea la creencia básica y errónea que tienes sobre ti mismo, formas tu personalidad alrededor de ella."

Carrey explica que esto lo ayuda a desarrollar sus personajes, para comprender y poder expresarlos, buscando esa semilla que empezó todo, esa creencia que se plantó ahí y formó a la persona a través de los años.

Si fueras un personaje en una película y alguien te representara... ¿Cuál sería esa creencia falsa? ¿Podes ver por qué hoy sos como sos debido a lo que pensas acerca de vos mism@?

¿Sos capaz de reconocer que hoy podes empezar a cambiar esa creencia, así como se puede plantar una nueva semilla, para convertirte en quien realmente quisieras ser?



Believe that life can change
That you're not stuck in vain
We're not the same, we're different
Tonight

EDIT: Agrego una frase sacada de Prison Break que me encantó:

"Somos cautivos de nuestras propias identidades viviendo en prisiones de nuestra propia creación".

24 de mayo de 2011

No porque sea lo más lógico, es lo más real



~They made it far to easy to believe that true romance can't be achieved these days...~ ♥

“No porque sea lo más lógico, es lo más real”.
Un día se me ocurrió esa frase jugando al Buscaminas. Porque era lógico que la mina que faltaba para ganar el juego, estuviera en el cuadradito de al lado. Pero no... si bien las minas están escondidas en un lugar específico para que las encuentres, las pistas a veces son un poco confusas.

“No porque sea lo más lógico, es lo más real”...

¿Cuántas veces en la vida nos guiamos por nuestros análisis subjetivos de las cosas? ¿Y cuántas veces, aquello que es lógico para nosotros, es un disparate para otro? Lógica... vivimos buscando lógica. Como si eso realmente existiera fuera de las ciencias exactas. Pero nos enseñan a pensar así... en casa, en la escuela, en la facultad, en el trabajo... una no puede andar deseando o diciendo cosas que no están comprobadas, que no son razonables y aceptadas por el resto de la sociedad.

Es que eso es la "lógica". Conceptos de realidades que han creado los demás por nosotros.

Nos basamos siempre en hechos, en acciones, en pasados y en lo que vemos y oímos, usando todo eso de fundamento para decidir si algo es lógico o no, para comprobar que tenemos RAZÓN (aunque sea horrible tenerla)... como si todo eso fuera la verdad absoluta, lo que llamamos REALIDAD. Y la verdad es que, si lo pensas, la realidad es subjetiva. Al que vio fantasmas, lo tratan de loco. Al que cree en el amor en estos tiempos, lo tratan de boludo...

Siempre hay más de una posibilidad, realidades que no se alcanzan a ver, sentimientos enmascarados y oportunidades perdidas... las cuales solamente pueden ser aprovechadas si dejamos de buscar la lógica.


No porque creas que las cosas son como vos pensas, lo son.
No porque sea lo más lógico, es lo más real.




8 de mayo de 2011

Miedo a Soledad II




El bar estaba lleno de gente. Las luces de colores y las sombras jugaban con su mente mientras se adentraba en el tumulto de la mano cálida y protectora de Gaspar... debía encontrar a Melisa, rápido... al menos para desearle un feliz cumpleaños, bailar un par de canciones, regalarle unas cervezas y salir de ahí corriendo, salir antes de encontrarlo. Podía verlo aunque no estuviera ahí, todos aquella noche tenían algo de él. Sus pantalones, su voz, su collar, su pelo, su sonrisa. Sentía la presencia de Nazareno en el lugar, o quizás estaba volviéndose loca. Quizás podía verlo en cualquier persona porque de alguna forma él se había aferrado a su cuerpo, a su cerebro, como un parásito. Él seguía viviendo en ella, latente, esperando.


Luego de tomar algunos tragos, se sintió un poco más relajada. Melisa la estaba pasando muy bien. Un pensamiento arremetió contra ella como un viento frío, inesperado: "se la habrá cojido a ella también?".
Gaspar le dio un beso suave en los labios antes de irse al baño de caballeros. La había dejado sola, desprotegida. Empezó a transpirar, a pesar de que tenía frío. A su alrededor todos cantaban y bailaban alguna canción de moda que ella no reconocía. La cumpleañera armó un trencito invitando a todos a seguirla, agitando una maraca fosforescente y repartiendo gorros de cotillón. Soledad quedó envuelta en el medio de la cadena de gente, que se desplazaba veloz, escandalosa, empujándola. En cada rostro que pasaba por delante suyo creía ver a Nazareno... hasta que finalmente lo vio. Estaba ahí después de todo. Tal vez tuviera suerte y al menos él no la hubiera visto.

Soledad atravesó el lugar respirando agitadamente, buscando a Gaspar. No supo distinguir si era el efecto del alcohol, el ataque de pánico o simplemente angustia. Dio vueltas en el bar sin encontrarlo. Por un segundo se le cruzó la idea de que se había ido, que la había abandonado. Después lo imaginó en la puerta del baño, besándose con alguna fulana. Cerró los ojos y se obligó a enfocarse. Gaspar no haría nunca una cosa así. Él no era así. Definitivamente había tomado demasiado, y ni sus piernas ni su mente le hacían caso. Decidió ir al baño a mojarse la cara, pero antes de llegar, una mano la frenó tomándola por la cintura.


-¿Perdiste a tu novio?-, dijo Nazareno, con una mueca. Soledad se sintió mareada.

-Sí... ¿sabes dónde está?- logró contestar.

-No...- dijo él, prendiendo un cigarrillo. Soledad se apoyó contra la pared detrás suyo, mientras el mundo daba vueltas a su alrededor. Con el cigarrillo todavía en la boca, Nazareno apoyó las manos en la pared a sus costados, atrapándola. La miró fijamente y acercando su boca a la suya le dijo:

-Decime... ¿qué tiene él que no tenga yo?-. Sus labios dejaban al descubierto una sonrisa burlona. Soledad lo miró, indefensa, débil. Pensó por un momento, recordando la mano cálida de Gaspar, sus labios suaves, su mirada tierna. Su abrazo protector.
-Amor-
, contestó.


-Miedo a Soledad (parte 1)
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5 de mayo de 2011

It's all over

Me encanta mirar series. Algunas me atrapan por las historias, por la intriga, el misterio… otras veces, me enamoro de un personaje, o de varios. A veces llego a amar hasta la forma en que está hecha: los planos, la fotografía, la música, los diálogos. Si me gusta el primer capítulo es muy probable que devore cada capítulo saboreándolo hasta el último minuto. Lo malo de las series, es que también se terminan, hayas tenido suficiente o no, haya sido cancelada o exista un final.
Toda persona a la que le guste seguir una serie o una novela, me puede entender cuando digo que una vez que terminas de ver una (especialmente si te encantó), te sentís vacío. Me consuela pensar que bueno, de última, puedo empezar a verla toda de nuevo. Pero como sé lo que va a pasar, ya no tiene sentido. Ya no me produce lo mismo. Pienso con amargura que nunca más me voy a enganchar a mirar otra, porque esa era la mejor que vi en toda mi vida. Pero soy consciente de que ya pasó, y en algún momento lo tengo que aceptar. Algunas veces me jode tanto haber terminado de ver esa, que no quiero mirar otra por un buen tiempo. Pero mi naturaleza es así, viciosa.
Entonces tarde o temprano, no me queda otro remedio que buscar otra cosa con qué entretenerme. Al principio, nada me resulta lo suficientemente interesante, no puedo evitar comparar, porque en realidad lo que quiero es seguir viendo la anterior. Ya no me enamora ningún personaje, la fotografía y el sonido son una porquería en comparación con la otra. Sin embargo sigo mirando, porque “es lo que hay”.Quiero ver una serie, quiero enviciarme de nuevo, porque me encanta estar enviciada. Entonces después de ver unos cuantos capítulos, me engancho de nuevo, y la última serie que había mirado, queda cada vez más atrás. Voy olvidando todos aquellos detalles que me habían hecho una adicta a ella, y sin darme cuenta, lentamente, me voy haciendo adicta a la nueva.

Lo mismo me pasa con los libros…
Lo mismo me pasa con los lugares…
Lo mismo me pasa con los juegos…
Lo mismo me pasa con los hombres.


24 de abril de 2011

Miedo a Soledad

Sol se acostó a su lado, vencida. Observó cómo la luz tenue de la noche iluminaba su rostro perlado de transpiración y pensó en la forma en que el humo del cigarrillo danzaba a su alrededor envolviéndolos en una atmósfera pasajera, efímera… como todo en aquella noche de otoño.
Todavía intentando normalizar la respiración, se recostó de lado, mirándolo
detenidamente. Su boca, vista de perfil, parecía un corazón. Que él no quisiera darle amor, no significaba que ella no estuviera dispuesta a dárselo de todas formas. Estiró el brazo derecho y le acarició suavemente el pecho y el mentón, deleitándose ante el tacto de su barba de un día contra la yema de los dedos, mientras él miraba a la nada concentrado en su cigarrillo, como si éste fuera el último que fumara en su vida.

-¿Cómo es que no estás de novio todavía?- preguntó Soledad.
-¿De novio? ¿Por? No sé…- dijo él, algo sorprendido.
-Sí… ¿Me vas a decir que no querés?- Nazareno se acomodó repentinamente, y Soledad retiró su mano.
-Sí, bah, qué sé yo… no. No sé, no se dio-, contestó él, algo confundido. -¿Y vos?-, agregó.

-Yo… no tuve muy buena suerte que digamos…- dijo ella, con una triste sonrisa.

-Es que ni da “estar por estar”-, dijo él, aplastando el pucho contra el cenicero. Las cenizas ardieron por un segundo y luego se apagaron, grises, muertas. –No creo que me vaya a poner de novio pronto, lo veo muy, muy lejos-.

Soledad se quedó en silencio por un momento. Podía ver detrás de cada una de sus palabras y acciones la no correspondencia de sus deseos con sus creencias. Un disfraz, una careta que Nazareno se había puesto hacía mucho tiempo, y que se le había ido pegando a la cara, hundiéndose en su piel hasta que él había empezado a reconocerse sólo con ésta puesta, para no volver a ver qué había debajo.

-Sí, no da “estar por estar”… pero ¿te gusta esto?-, dijo finalmente Sol.

-¿Esto?-. Sus voces eran susurros, casi como si quisieran callar los secretos que guardaban en lo más profundo de sus pensamientos.
-Esto. El vacío… no tener nadie en quien pensar… No sé… ¿no extrañas estar de novio?- preguntó ella, enrulando un mechón de pelo entre sus dedos.

-Y, a veces sí. Cuando me acuerdo como era…-, dijo él, mirando el techo fijamente.

-¿Pero?-
Él suspiró.
-Pero no sé, no creo que vuelva a tener eso, ya es diferente. No sé si quiero estar de novio ahora-.

-No veo por qué… sos un chico dulce en el fondo, yo lo sé… estoy segura de que sí queres-, dijo Soledad, mientras se incorporaba y se empezaba a vestir sentada de espaldas a él.

-Si quisiera, creo que ya tendría, Sol…-, dijo él, poniendo sus manos bajo la cabeza con aire de arrogancia.
-Queres… estoy segurísima-, dijo Soledad, todavía de espaldas.
-¿Y cómo estás tan segura, a ver? Casi no me conoces...-, dijo Nazareno irguiéndose, curioso. Soledad se dio vuelta, lo miró a los ojos, lo tomó del mentón suavemente y lo acercó a ella.
-Porque en cada cosa que decís, no veo apatía, no veo que estés contento así, no veo frivolidad… veo dolor, veo sufrimiento… y miedo, MUCHO, pero mucho miedo.



Sol besó lentamente los labios de forma de corazón que él no sabía tener, se puso los zapatos y sin mirar atrás, cerró la puerta deseando que tras su partida el miedo que lo estaba ahorcando soltara levemente sus dedos para que él, lentamente, algún día, volviera a respirar.







"No te preocupes, tu secreto está a salvo conmigo. No le diré a nadie que tienes sentimientos".