Sol se acostó a su lado, vencida. Observó cómo la luz tenue de la noche iluminaba su rostro perlado de transpiración y pensó en la forma en que el humo del cigarrillo danzaba a su alrededor envolviéndolos en una atmósfera pasajera, efímera… como todo en aquella noche de otoño.
Todavía intentando normalizar la respiración, se recostó de lado, mirándolo detenidamente. Su boca, vista de perfil, parecía un corazón. Que él no quisiera darle amor, no significaba que ella no estuviera dispuesta a dárselo de todas formas. Estiró el brazo derecho y le acarició suavemente el pecho y el mentón, deleitándose ante el tacto de su barba de un día contra la yema de los dedos, mientras él miraba a la nada concentrado en su cigarrillo, como si éste fuera el último que fumara en su vida.
-¿Cómo es que no estás de novio todavía?- preguntó Soledad.
-¿De novio? ¿Por? No sé…- dijo él, algo sorprendido.
-Sí… ¿Me vas a decir que no querés?- Nazareno se acomodó repentinamente, y Soledad retiró su mano.
-Sí, bah, qué sé yo… no. No sé, no se dio-, contestó él, algo confundido. -¿Y vos?-, agregó.
-Yo… no tuve muy buena suerte que digamos…- dijo ella, con una triste sonrisa.
-Es que ni da “estar por estar”-, dijo él, aplastando el pucho contra el cenicero. Las cenizas ardieron por un segundo y luego se apagaron, grises, muertas. –No creo que me vaya a poner de novio pronto, lo veo muy, muy lejos-.
Soledad se quedó en silencio por un momento. Podía ver detrás de cada una de sus palabras y acciones la no correspondencia de sus deseos con sus creencias. Un disfraz, una careta que Nazareno se había puesto hacía mucho tiempo, y que se le había ido pegando a la cara, hundiéndose en su piel hasta que él había empezado a reconocerse sólo con ésta puesta, para no volver a ver qué había debajo.
-Sí, no da “estar por estar”… pero ¿te gusta esto?-, dijo finalmente Sol.
-¿Esto?-. Sus voces eran susurros, casi como si quisieran callar los secretos que guardaban en lo más profundo de sus pensamientos.
-Esto. El vacío… no tener nadie en quien pensar… No sé… ¿no extrañas estar de novio?- preguntó ella, enrulando un mechón de pelo entre sus dedos.
-Y, a veces sí. Cuando me acuerdo como era…-, dijo él, mirando el techo fijamente.
-¿Pero?-
Él suspiró.
-Pero no sé, no creo que vuelva a tener eso, ya es diferente. No sé si quiero estar de novio ahora-.
-No veo por qué… sos un chico dulce en el fondo, yo lo sé… estoy segura de que sí queres-, dijo Soledad, mientras se incorporaba y se empezaba a vestir sentada de espaldas a él.
-Si quisiera, creo que ya tendría, Sol…-, dijo él, poniendo sus manos bajo la cabeza con aire de arrogancia.
-Queres… estoy segurísima-, dijo Soledad, todavía de espaldas.
-¿Y cómo estás tan segura, a ver? Casi no me conoces...-, dijo Nazareno irguiéndose, curioso. Soledad se dio vuelta, lo miró a los ojos, lo tomó del mentón suavemente y lo acercó a ella.
-Porque en cada cosa que decís, no veo apatía, no veo que estés contento así, no veo frivolidad… veo dolor, veo sufrimiento… y miedo, MUCHO, pero mucho miedo.
Sol besó lentamente los labios de forma de corazón que él no sabía tener, se puso los zapatos y sin mirar atrás, cerró la puerta deseando que tras su partida el miedo que lo estaba ahorcando soltara levemente sus dedos para que él, lentamente, algún día, volviera a respirar.
"No te preocupes, tu secreto está a salvo conmigo. No le diré a nadie que tienes sentimientos".
20 comentarios:
hermoso.
Me alegro :)
Muy lindo, lleno de sentimientos!
Creo que nadie quiere estar solo, y ella se lo descubrió muy bien.
Ahora él, ¿podrá vencer el miedo que lo mantiene atrapado, sacarse la careta y jugarse por ella, que parece que lo quiere seriamente?
Muy bueno.
Me encantó!
Sol es una genia.
aiii que lindo post!!! justamente hoy hablaba de algo parecido con un nazareno... :P
y con la canción de morrissey- you know- me mataste!!
:D
:D
:D
sol.
Los sentimientos afloran en tus letras.. hermoso..
Que la semana sea de éxitos, suerte en todo, mis mejores deseos, con el respeto y la admiración de siempre..
Un abrazo
Saludos fraternos..
Tal cual.....no hay nada más paralizante que el miedo.
Me gustó mucho, me generó una mezcla de sensaciones, un poco de melancolia, soledad y algo asfixiante(no se porque,¿sera esa ansiedad cuando algo puede pasar y no pasa?), me quedo escuchando a morrisey, abrazo
Iba diciendo, que delirar es gratis, pero yo no deliro. Me gustaron tus líneas, literarias y de calidad. Mis líneas son verídicas, a menos que especifique lo contrario. He was wounded, and he left. No sabemos dónde está, no sabemos qué le pasó, finalmente. Y apesta. Apesta extrañarlo, apesta tener miedo por él. Y nos hace mal. De ahí salió.
Que tengas linda semana ^^
Muy romantica, hace rato no leo algo así,me gustó!
Bonita entrada: una buena historia y algo de buena música.
Gracias por visitarme.
Abrazo!
Ese maldito miedo que creo todos tenemos, el miedo a que alguien más nos vuelva a lastimar. Una cobardía enorme por parte de nosotros, no permitirnos amar por miedo a que nos lastimen.
quiero otro final, otro final!!!! dame otro final, porfaaaaaaaaaaaaa.
él se levanta y se pone unos pantalones. con el torso desnudo y descalzo sale corriendo a buscarte y te dice que no tiene miedo, que ya no. te besa, se arrodilla y te dice que es el otro hermano de William, y q tambien es príncipe.
jajaj yo también quisiera otro final pero soy una persona realista y no suelo escribir finales felices a menos que esté de muy buen humor (?).
Qué lindos comentarios que me han dejado, gracias che.
Que lindo relato, es como muy tierno!
Te cuento que me mude de blog, asique aprovecho y te dejo la invitacion hecha!
http://enalgunmomentoteniaquedecirlo.blogspot.com/
Te espero!
Muito bom teu blog, parabéns!
A mi me gustó.
Muy interesante... pensar que algo como lo escrito en el final (veo dolor, veo sufrimiento… y miedo, MUCHO, pero mucho miedo...) es lo que estoy pasando yo después de un año y pico de una desgracia personal que me pasó... en fin.
Saludos y gracias por comentar
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