30 de agosto de 2011

Mente morbosa

Estaba pelando una manzana. De repente, me atacó el fantasma de mi hermana mayor, y yo era chiquita de nuevo. Estaba aprendiendo a pelar una pera, y ella le dijo a mi mamá: "¡La está desperdiciando toda!". Mi mamá le contestó "dejala, está aprendiendo". Sacudí el recuerdo de mi cabeza y pensé, "qué triste que no pueda ni comer una manzana sin asociarla con algo feo". Y me di cuenta. Me di cuenta que lo ÚNICO que pienso son siempre cosas malas. Aunque un objeto, un lugar, una situación puedan evocar recuerdos buenos o malos de mi vida, mi mente siempre elige los malos. De hecho, la mayoría de las veces ni siquiera puedo acordarme de las partes lindas de las cosas (aunque seguramente, existieron). Recuerdo malos momentos, como si por alguna razón tuviera que aferrarme a ellos, llevármelos a cuestas, revolverlos de vez en cuando y comprobar que me siento de la misma forma y que nunca cambié. Como si los malos recuerdos fueran en realidad los que moldean mi personalidad, el título que me puse y que me pusieron en el pasado y que terminé aceptando como una verdad.

¿Por qué, cuando pienso en el jardín de infantes, no lo asocio rápidamente con el té con leche, la clase de música y los juegos (que seguramente debo haber disfrutado), si no con esa nena que ni conocía, que me tiró tierra en el bolsillo del delantal?

¿Por qué, cuando pienso en trabajar, no se me viene a la mente lo que podría hacer con el dinero, ni la satisfacción que me da sentirme útil, si no en lo feo que es levantarme temprano, el cansancio, y lo lentas que pasan las horas?

¿Por qué, cuando pienso en el amor, lo asocio con dolor por lo que no funcionó, en vez de sentir la alegría, la inocencia, la simplicidad de lo que sí funcionó?

¿Por qué convivo, todos los días, con todos mis miedos, fracasos, humillaciones, dificultades... y los sueños cumplidos, los logros, los miedos que sí pude superar, quedan archivados en un sótano de mi mente? Es casi como si eligiera inconscientemente decorar sus pasillos con cuadros de pasados horrorosos, bloquear las salidas con miedos, mantener repisas llenas de fracasos en vez de trofeos, y luego los recorriera, de punta a punta, comprobando que no hay salida, que todas estas cosas son lo que me definen, lo único que hay, lo que vale.

Siempre lo dijeron: es una cuestión de enfoque. Si pudiera evocar solo pensamientos lindos, si pudiera por cada cosa que pienso, hacer que la asociación directa fuese positiva y no negativa,... nunca estaría triste.



Someone who's taking pleasure in breaking down

10 comentarios:

Gonzalo dijo...

A todos les pasa lo mismo. Hay tres opciones:

1. Seguir así.
2. Resolver todo ese dolor del pasado.
3. Trascenderlo y obviarlo controlando nuestro pensamiento.

Io me inclino por la opción 3.

Leandro Wainberg dijo...

Es tal cual, intentalo que vale la pena ;)

Pipistrela dijo...

Es porque te lo seguís preguntando. Te lo seguís imaginando. Y lo seguís pensando. Imaginá lo otro. Total, también es gratis.

gastmun dijo...

Lees mi blog, asi que no voy a andar tirando flores para que pienses cosas lindas, no?. La cuestión es que esas cosas feas son las que generan una reacción mas potente en la mente y el cuerpo, las que por lo general dejan huellas, puro instinto de supervivencia que si vivieramos en el medio de la selva sería muy útil pero la evolución no se percato de que ibamos a terminar viviendo mas en nuestra mente que en nuestro cuerpo, que le vamos a hacer. Besoooos

Hernán dijo...

Podrías teorizar muchas cosas, por ejemplo tu personalidad está condicionada a la aprobación de los demás y por eso te acordás de cada fracaso o humillación. O tal vez sos simplemente pesimista (por qué el nombre desencantada?) o tal vez es toda una gran coincidencia. Viniste mal de fábrica... tantas razones.

Si esto pasa constantemente en tu cabeza no va a cambiar ahora asique recomiendo el concejo de gonzalo y no le des más importancia de la necesaria. Hasta acá sobreviviste no?

Por mi parte yo tengo tanto recuerdos lindos como feos. Excepto en lo respectivo a laburar, ahí es todo feo jajja

Capaz que no, pero yo diría que después de este post te va a asaltar algún recuerdo lindo así como para demostar que el destino se caga de risa de nosotros.

La Criatura dijo...

asi somos los emos

ivanbura dijo...

A todos nos pasa, y creo que es porque es lo que más marcado nos queda, las huellas más grandes que encontramos de nuestro pasado.
Quizá para poder amprender de las cosas que vivimos y poder mejorar, o evitar sufrir esas mismas situaciones más adelante.
De todos modos, acordate que para poder volar necesitamos un polvito mágico y un pensamiento feliz. Así que siempre tené uno a mano, por las dudas :)

Dany dijo...

Tenemos las dos cosas. Convivimos con ambas. Pero pensamos las malas. Y yo creo que es porque tenemos miedo.....miedo a las buenas. Pueder sonar retorcido....pero es un punto para empezar. Pienselo. Un beso!

ivanbura dijo...

Te dejé un regalito en mi último post, por el hermoso blog que tenés :)
Besos!

Pepe dijo...

Días de bajón...
Capaz que algo sé de eso... je!

La voy a delirar un poco sin conocerte y voy a hablar desde mi absoluta subjetividad. Creo que te estás buscando en el pasado y estás tratando de recomponer una imagen tuya que, al menos en la superficie, te resulta predominantemente triste. Hay una cosa rara que hacemos lo humanos de estas sociedades poco evolucionadas (o al menos una gran parte de ellos) que es aferrarnos a malos recuerdos que condicionan nuestro presente como con orgullo, como quien dice: "es feo, pero es mio..." Eso te dire, desde mi experiencia y siempre desde ahí, es algo terrible. Todos tenemos el derecho y posibilidad sentirnos felices. El asunto es que si seguimos sumergidos en esas practicas terminamos tiniendo de tristeza, también nuestros días del presente y eso da como resultado una gran posibilidad de un futuro con la misma escena.
Consejo: si te querés encontrar, buscate en el presente, en lo mejor que podes hacer con todas esas herramientas que juntaste a lo largo de tu vida. Acá y ahora es donde estás. El pasado, pasó... YA FUE. No hay más nada que solucionar ahí.

Hoy es siempre todavía, toda la vida es ahora...

Te dejo un abrazo grande.
Felicidades por haber abierto la puerta hacia un lugar mucho mejor.