4 de febrero de 2013

Acquiesce


Perdón, no pude, estaba ocupada en mi otra realidad, con mi otro yo, con tu otro vos, con mi otro mundo. Estaba en una pesadilla de la que no podía salir, una pesadilla repetitiva en la que no estamos, estuvimos, no estamos. Me olvidé de todo lo que había cambiado, me olvidé de lo lejos que llegamos, de todo lo que ya pasamos, de mis aciertos, de las señales, y de los sueños que al menos por unos momentos, no fueron sólo sueños. Estaba buscando contraste, estaba sumergiéndome con todas mis fuerzas para extrañar estar en la superficie. En la dimensión paralela, o veinte mil diferentes, parecidas, retorcidas, en la que miramos cabizbajos creyendo que no hay salida. Cuanto más hondo, más ensimismada quiero estar, más desconectada de las influencias. Cuando me alejo de los demás, me acerco a mi: Alguien que no es ninguna de todas las que fui. Una máscara menos, un paso más adentro, y a la vez, un paso más afuera. De repente soy quien por un instante ve, que en realidad, tiene el talento suficiente para ser todo lo que quisiera ser, hacer todo y nada, mirar adelante sin necesidad de desviar la vista y caer. Práctica, me dice, es sólo práctica. Parece que nunca fuera a llegar a ninguna parte, y simplemente esperara poder tomar un avión para ir más lejos llegando más rápido. Aunque, para ser justos, desde arriba del avión tampoco puedo percibir la velocidad ni las distancias que estoy recorriendo. Sólo sé que estoy viajando lo más rápido físicamente posible, que el piloto sabe lo que hace, y que cuando vea por la ventana, voy a ver un nuevo paisaje, que sea cual sea, va a ser increíble. Cualquier paisaje es emocionante desde esa altura. Ni siquiera desde el suelo sé percibir a qué velocidad va el avión, ni a qué velocidad voy yo, ni cómo funciona todo eso. Además, ¿comparado a qué? ¿Comparado a quién? Soy yo la que quiere tirarse en paracaídas; el que quiera anclar el bote o salir a navegar, tiene su propia libertad de elección. Aunque vaya sobre vulnerables pies descalzos, o al menos en mis fantasías, estoy siempre un poco más cerca. 

Alivio. 

Finalmente soy capaz de subir la vista hacia el cielo poderoso, y mirar a mi alrededor con curiosidad de nuevo. Ahora, ahora, ahora. Soy quien quiero ser, soy un proceso constante de transformación, en  camino a la libertad, a ser lo que nací para ser, a hacer lo que quiero hacer, a divertirme, reírme, amar, y viajar para siempre, sin excusas, sin por qués. Sin explicaciones. Veo imágenes eufóricas,  lágrimas de risa,  lugares que nunca imaginé, y siento escalofríos al percibir vidas hasta ahora desconocidas.  Los multiversos son gigantes y nosotros tan pequeños... Quiero conocerlos todos, pero por alguna razón,  éste es el que prefiero. Y bueno, será que a mi me gusta lo extremo. No es malo no saber cómo, ¿acaso alguien se podría haber imaginado todo esto?

Bajo una luz distinta, riéndonos, tocándonos entre las sábanas, mirándonos a los ojos, sin un poco de vergüenza. Sabiendo. En paz.

Esperamos tanto este momento.



I don't know what it is that makes me feel alive
I don't know how to wake the things that sleep inside
I only want to see the light that shines behind your eyes