26 de abril de 2013

Del mes sin fé


Vuelvo a creer completamente porque cuando dejo de negarme, el mundo humillador y a la vez acogedor, evidencia ridículamente que puedo estar  equivocada. Me dice que simplemente otra vez creí saber los planes, los caminos y las verdades, pero que el sentido de todo esto es poder atreverse a viajar bailando con los ojos tapados, sin mapas, ignorando las voces de los demonios, casi oliendo el mínimo rastro perceptible del deseo reprimido que se encuentra contaminado por pútridos pantanos que preferiría no atravesar más. 

Él sabe que mi película siempre encuentra mejores puntos de giro; porque extensa, soy una refinada escritora maestra, famosa por sus ambigüedades enfermizas, complejidades lunáticas, contradicciones ilógicas y polaridades espeluznantes. 
Debo comprender que lo que queda a medias, se supone que quede a medias siempre e inevitablemente, porque nada se completa en la película infinita que decidí escribir, protagonizar e interpretar, olvidándome de mi propia natural excentricidad y del goce que ello me produce.


Nada se completa en esta irónica tragicomedia sin fin, si no que muta. Y no muta para atrás ni para adelante, sino que espiralada y ascendentemente en función de la perseverante impredecible e irracional verdad, hasta que (y en la medida en que), puedo aceptarla.



we are the best at what we do~



Nota: volver a escribir es volver a respirar.



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