Y llegó una noche en que aquella Tierra tan eléctrica, ruidosa y acelerada, finalmente comenzó a apagarse. Observamos fascinados cómo lentamente disminuía la cantidad de brillo artificial a medida que las luces de las ciudades empezaron a reaccionar al fenómeno explosivo que habían provocado los pensamientos de sus habitantes. Poco después, los vehículos dejaron de recorrer frenéticamente las calles, reinando así la oscuridad, el desconcierto, y el silencio.
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Una vez que lograron estabilizarse en la supervivencia, se encontraron llenos de remordimientos que nada tenían que ver con la vida ordinaria que habían perdido. Habían muchos padres que nunca habían demostrado afecto a sus hijos, y muchos hijos que no habían perdonado a sus padres. Habían muchos amigos que se extrañaban, y muchos amantes que no habían podido confesarse. En muchos casos, las "distancias" que ellos creían que los separaban eran grandes, y todos temían dejar sus casas: Lo último que los ataba. Pero el deseo del corazón era más fuerte, y al haberse erradicado las interferencias del planeta, poco a poco se fueron encendiendo sus luces internas. Fue así como los humanos empezaron a deambular por el mundo, emprendiendo viajes personales para encontrarse con esas personas con las que tenían asuntos pendientes. Recorrían lugares donde solían encontrarse, o donde había sucedido algo significativo para ambos, dejando marcas y mensajes para que pudieran ser rastreados. Muchos tuvieron que realizar arduas investigaciones antes de poder
siquiera acercarse a las personas que buscaban, pero eran ayudados y
acompañados por otros que estaban pasando por lo mismo. Otros optaron por esperar pacientemente en un mismo lugar, confiando.
Rápida o lenta, fácil o difícilmente, resultó ser que todos pudieron vencer las barreras que ellos mismos habían construído para separarse de sus seres queridos. Y cuando lo lograron, no tuvieron que darse explicaciones. Descubrieron, entre atónitos y felices, que la comunicación existía en niveles que ellos no eran capaces de comprender... y que encontrarse no era el objetivo ni el mérito de uno solo...
era el deseo de los dos.
1 comentario:
http://mividaesteinfierno.blogspot.com.ar/
soy yo!
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